Crucifixión en Filipinas.
cuatro personas, al menos, se hicieron crucificar en Filipinas durante esta Semana Santa, por razones diversas Mario Bagtas, 31 años, al que vemos en la foto inferior, estuvo un minuto en la cruz «para salvar a su mujer de un cáncer pectoral». Alfredo Sunga, 28 años, al que puede verse en una actitud más pasiva, se hizo crucificar para conseguir que su hermano curase de leucemia. Otra persona, una joven de 21 años llamada Luciana Reyes, a la que no podemos ver fotografiada, estuvo crucificada durante diez segundos mientras algunos turistas y convecinos recogían en sus pañuelos gotas de sangre. Lo hizo según declaró, «para lavar los pecados de la humanidad». La Iglesia Católica de Filipinas ha advertido que «ni sanciona ni tolera estas repeticiones de la Crucifixión, la Flagelación y otros ritos sangrientos durante Cuaresma».
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