Clausuradas siete imprentas que almacenaban 37 millones de boletos clandestinos

Un total de 37 millones de boletos clandestinos, de los que suelen venderse en numerosos bares, han sido ocupados por la policía en el transcurso de una amplia operación montada para desmantelar una importante red de fabricantes y distribuidores de este tipo de rifas, fuertemente sancionadas por el Ministerio del Interior. Los boletos incautados hubieran supuesto, al precio normal de cinco pesetas, una suma de 185 millones en la barra de cualquier establecimiento.

La operación policial ha conducido asimismo a la clausura de siete imprentas (cuatro en Salamanca, dos en Madrid y una en Paracuellos del Jarama) y a la intervención de 45 máquinas plegadoras, diez impresoras y 192 planchas. Benito Fernández, de 42 años, propietario de uno de estos locales en Madrid, y Agustín Gilgado, de 41 años, dueño de varios de los establecimientos requisados, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.Los gobernadores civiles de Madrid y Salamanca y los delegados de Hacienda de ambas provincias han sido directamente informados del caso, por si pudiera existir, al margen de otras infracciones de la legislación vigente, un delito de defraudación a la Hacienda pública, al no satisfacer ningún gravamen por este tipo de actividades.

El desmantelamiento de esta red se inició en un local situado en el número 17 de la madrileña calle de Puerto de las Pilas, propiedad de Benito Fernández. Seis personas trabajaban en el momento en que intervinieron los funcionarios de la comisaría de Entrevías. Doce millones de boletos estaban ya dispuestos para su distribución.

Este local se dedicaba a confeccionar los boletos, previamente impresos en la imprenta Visedo, ubicada en Salamanca (calle de Hortaleza, 1). En esta misma ciudad se descubrieron otras tres imprentas dedicadas al mismo trabajo: Gráficas Valle, Amezquita y Jomán. En los cuatro establecimientos guardaban unos trece millones de boletos.

Las pesquisas policiales condujeron luego a otros dos establecimientos situados en Paracuellos del Jarama (calle de Cedros, 12) y en Madrid (calle de Lago Constanza, 87). En el primero fueron incautados otros cinco millones de boletos y en el segundo siete millones.