Pujana: "El Parlamento vasco debe ser una institución de encuentro y convergencia"
Mientras Carlos Garaikoextea proseguía, en medio de la mayor discreción, los contactos encaminados a la formación del Gobierno autónomo, el recién elegido presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana, preparaba ayer en su despacho de la Consejería de Ordenación Territorial la línea a seguir de cara a la reunión que el próximo lunes debe celebrar la mesa del Parlamento con la junta de portavoces para ultimar los detalles relativos a la elección, el día 9, del presidente del Gobierno de Euskadi.
«El Parlamento es una institución clave en un país democrático y la representación más genuina de la voluntad popular y va a ser, de hecho, la conciencia expresa, manifiesta, de este país. Debe ser una institución básica de encuentro y convergencia, de diálogo e incluso de distensión, donde se produzca un replanteamiento de toda clase de problemas que existen en Euskadi, tratados sólo hasta la fecha en forma parcial y nunca profunda, que deben tener su caja de resonancia en esta Cámara legislativa. Es necesario que en ella estén representados todos los sectores de población, y en este sentido la presencia en el Parlamento de Herri Batasuna sería un importante elemento de estabilización para Euskadi.»Peneuvista desde su mayoría de edad, Juan José Pujana, presidente del primer Parlamento autónomo vasco es, a sus 37 años, un hombre «viejo» de partido y, sin embargo, un representante de la joven generación del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que no conoció la guerra y llegó a las incipientes instituciones autónomas vascas para ocupar el puesto que dejó vacante a su muerte Juan Ajuriaguerra, líder indiscutible del nacionalismo durante cuarenta años de resistencia antifranquista.
«Hay un temor y un recelo, sobre todo por parte de la izquierda parlamentaria vasca, hacia la actuación que pueda llevar a cabo el PNV en el Parlamento vasco, en el que temen que nuestra mayoría colapse sus iniciativas y haga difícil el juego parlamentario», afirma Juan José Pujana.
«Creemos que no se debe tener recelo al PNV. Seremos capaces, a partir de nuestro sistema de análisis y filosofía, de llegar a sitios donde otros no se atreven ahora a llegar. Queremos tener una actuación abierta y progresista.»
Cree el presidente del Parlamento autónomo vasco que es falsa la división que a priori se ha hecho del Parlamento, incluyendo a su partido en la derecha, junto a UCD y AP. «Yo defino al Partido Nacionalista Vasco como un movimiento de liberación nacional, social, cultural y económico del hombre que vive en Euskadi. Dicen que somos de derechas y no estoy de acuerdo. También dicen que somos conservadores. Si se entiende como ser conservador el asumir una cultura, una tradición y la idiosincrasia de un pueblo, somos conservadores. Pero eso no está reñido con una postura progresista en lo social -que la tenernos- y en lo participativo. Queremos ser consecuentes y llevar la democracia al Parlamento.»
«Se dice», añade, «que estamos condenados a entendernos con la UCD, y yo digo que estamos condenados a entendernos con todos, ya que entre todos hay que sacar a este país adelante y hace falta que los problemas que tenemos se traten en el Parlamento desde todos los lados y bajo los diferentes puntos de vista. Aquí tienen todos que aportar sus ideas. El complejo de "gauchismo" de la Europa occidental, y concretamente el que se registra en el Estado español tras la muerte de Franco, hay que dejarlo detrás de la puerta. UCD es el Gobierno y el poder, y el PNV (al igual que desde su legalización lo hacen PSOE y PC) tiene que dialogar con él y, llegar a acuerdos con él si es necesario. Ahora bien, tanto en el plano social como en lo cultural o en la política nacional, tenemos con UCD diferencias profundas y notorias.»
La ausencia de Herri Batasuna (HB) en el Parlamento vasco, nota más destacada de la sesión de constitución de aquél, preocupa a los partidos de la izquierda parlamentaria vasca porque sirve en bandeja la mayoría al PNV, que podrá así conducir el debate en la Cámara prácticamente a su antojo. El día 31, Euskadiko Ezkerra, PSOE y PC, de una manera informal, coincidían al echar en falta a HB, de cara a poner en dificultades la hegemonía parlamentaria peneuvista. Pese a que la posibilidad de que HB ocupe sus escaños en algún momento es una «espada de Damocles» que pende sobre el PNV. Juan José Pujana reafirma su deseo de ver pronto a la coalición abertzale radical en la actividad parlamentaria.
«Todo aquel grupo que ha recibido el respaldo popular», precisa, «debe estar presente en la Cámara legislativa vasca, en una institución que es básica para la reestructuración y ordenación política, social y económica de este país. Aquí no sobra nadie, y tengo la esperanza de que en su día estarán presentes en el Parlamento. Su participación es fundamental para hacer presente en la Cámara a un sector importante de la población, que debe tener su altavoz en la misma. En este sentido, y aún con sus posiciones radicales, la incorporación de Herri Batasuna al Parlamento sería un elemento estabilizador de la vida política en Euskadi.»
El desarrollo de los instrumentos para el funcionamiento del Parlamento y la profundización de la autonomía a través de la capacidad legislativa de aquel son los objetivos básicos que personalmente desearía facilitar desde su cargo recién estrenado Juan José Pujana.
«A un nivel político yo enumeraría como actividades fundamentales de la Cámara a corto y medio plazo (tratando de poner como fecha tope el fin de año) las leyes fijando sedes de las instituciones comunitarias vascas, el propio reglamento interno -que no es tarea precisamente fácil-, el estatuto de los miembros de la Cámara, ley electoral interior, ley de elección del presidente del Gobierno, de sus atribuciones, de las relaciones del Gobierno con el Parlamento, los presupuestos comunitarios y las contribuciones de las provincias al mismo, la ley de procedimiento de designación de senadores (en aplicación del artículo 69/5 de la Constitución); también habrá que abordar la legislación de materias exclusivas y la aplicación de las competencias asumidas, legislación educativa y desarrollo del artículo referido a la cooficialidad del eusquera, entre otros. »
La organización interna de la comunidad vasca -concepto estrenado con el Estatuto de Guernica- se presenta como una de las tareas básicas, y al mismo tiempo más delicadas, del recién nacido Parlamento autónomo de Euskadi.
«Este es un tema que hay que abordar con realismo, con serenidad y buena voluntad por parte de todos. Durante siglos los vascos hemos estado juntos, pero sus instituciones provinciales han funcionado por separado. Ahora se abre, por primera vez, la posibilidad de poner en marcha unas instituciones comunes. Creo que será necesario recoger lo que de bueno hay en experiencias similares en otros países y aplicarlo en el País Vasco. »
La pacificación y reconciliación definitiva del País Vasco es un sueño que desearía ver hecho realidad, dentro de su mandato de cuatro años, Juan José Pujana. «El Parlamento vasco», señala, «debe ser el lugar idóneo para contemplar el tema de la violencia. Habrá que hacer en torno al mismo un planteamiento amplio, con un debate profundo para deducir las causas que producen la violencia y cuáles han de ser los métodos para erradicarla. El Parlamento, después de analizar este difícil problema, puede sacar conclusiones y ofrecerlas a quien tenga posibilidad y toda la autoridad para asumirlas. »
Sabe Juan José Pujana que el controvertido tema de la amnistía se va a suscitar de forma oficial en el Parlamento vasco a muy corto plazo. «No sé», asegura, «si se planteará con esta denominación o con otra. Yo entiendo que Euskadi está dando unos pasos trascendentales de cara a su futuro de autogobierno y, por tanto, al restablecimiento de su convivencia. Estimo que en función de la trascendencia histórica del nuevo paso que emprendemos con la constitución del Parlamento y del Gobierno vascos, tal vez haga falta tener, por parte de quien competa, un gesto histórico que posibilite la reconciliación definitiva.»
No dejó de causar sorpresa que en el discurso poselección como presidente del primer Parlamento autónomo vasco, Juan José Pujana se refiriera a su deseo de ver aumentada la Cámara legislativa de Euskadi, de sesenta, a 140 miembros, lo que implicaría la presencia, además de Navarra, de los territorios de Zuberoa, Lapurdi y Benaparoa, situados en Euskadi norte, que los nacionalistas han reivindicado siempre como parte de la nación vasca.
«En el espíritu de todo nacionalista está el sueño de integrar a las siete provincias vascas, de reunificar nuestro pueblo en tomo a sus propias instituciones. Estamos a caballo entre dos Estados con una frontera impuesta. En la nueva Europa de los pueblos creemos que Euskadi deberá tener una representación en el Parlamento Europeo. Pero antes deseo que Navarra, por propia voluntad y decisión, se integre con el resto de sus provincias hermanas en la comunidad vasca.»
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