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Instituto en huelga por los repetidos asaltos contra profesores y alumnos

Alumnos y profesores del Instituto Nacional Quevedo, situado en el barrio de San Blas, protagonizan desde ayer una huelga indefinida en protesta por los numerosos asaltos de que han sido víctimas desde que empezó el curso. La huelga fue acordada en asamblea de profesores y alumnos, y el acuerdo se volverá a debatir el próximo día 14, a la vuelta de vacaciones.Los últimos sucesos ocurrieron la semana pasada. El viernes día 28, cuando un alumno de quince años salía de clase, una pandilla de muchachos muy jóvenes le pinchó con una navaja en la ingle para conseguir robarle el poco dinero que llevaba. Al día siguiente, sábado, a última hora de la tarde o ya por la noche, una de estas pandillas entró en el instituto y dejó prácticamente destrozada la sala de profesores, los seminarios e incluso alguna de las aulas. Todo ello para llevarse dos magnetófonos, el tabaco del bar y alguna botella.

Tanto los profesores como los alumnos - 1.800 entre los turnos de mañana y tarde- han remitido escritos al Ministerio del Interior y al Gobierno Civil, en los que explican la situación y piden protección policial. Ninguno de los escritos ha tenido respuesta.

El director y una de las profesoras coinciden en asegurar que, desde que empezaron las clases, no ha habido ni un solo día en el que alguno de los alumnos -el centro es mixto- no haya entrado diciendo que le han quitado el reloj o el dinero que llevaba. Los autores de los robos son siempre pandillas de chicos jovencísimos que suelen estar habitualmente en los alrededores del edificio.

«Somos conscientes de que el problema es mucho más amplio», explica una profesora, «porque se trata de un barrio de 450.000 habitantes, en el que hay un paro juvenil tremendo y no hay locales ni nada donde estos chicos puedan ir a distraerse, pero lo cierto es que en el instituto tenemos miedo y que en estas condiciones no se pueden dar ni recibir clases. »

La profesora prosigue explicando que una compañera suya, hace pocos días, fue rodeada cuando estaba dentro del coche por una de estas pandillas y que a una estudiante la intentaron violar. La relación es larguísima. El temor de los profesores y del alumnado es que, si las cosas siguen como hasta ahora, en cualquier momento puede ocurrir un suceso de mayor gravedad.

El Instituto Quevedo está situado en el barrio de San Blas, en la calle R. Valle, próximo a unos descampados en los que, por supuesto, no hay ni alumbrado. Las vallas que rodean al edificio son bajas y fáciles de saltar. Por ello, han pedido al Ministerio de Educación que se mejoren las condiciones de seguridad del edificio, pero tampoco ha habido respuesta positiva.

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