Viraje económico y depuración política en Mozambique
Dos ministros mozambiqueños han sido destituidos y un tercero ha dimitido después de que el presidente Samora Machel anunciara el comienzo de una depuración de funcionarios gubernamentales como parte de una operación de envergadura destinada a relanzar la postrada economía del país.
En un discurso de cuatro horas y media pronunciado el martes en Maputo, Machel, que se dirigía a una multitud de 40.000 personas congregadas en la plaza de la Independencia, delineó cambios fundamentales en la economía mozambiqueña, que se pueden resumir en un viraje hacia una mezcla de socialismo y empresa privada. Machel denunció también la corrupción y el parasitismo en la Administración del Estado.El Gobierno dejará de gestionar pequeños negocios, las empresas nacionalizadas deberán funcionar para conseguir beneficios, el racionamiento será introducido en las grandes ciudades y los agricultores percibirán más por su producción. Machel hizo un llamamiento a los mozambiqueños que viven en los países vecinos para que regresen a su país y contribuyan a su resurgir económico.
El presidente, que recibió la mayor ovación de su maratón oratorio cuando afirmó que hasta los militares tendrán que hacer colas como los demás, reafirmó el compromiso de Mozambique con el socialismo, para añadir inmediatamente que «en Maputo hoy sólo trabaja una pequeña parte de la población. El resto permanecen en las colas y no producen, pero comen. En adelante sólo quienes trabajen comerán».
La purga económica política anunciada por Machel se produce después de dos meses de campaña oficial contra la incompetencia, la negligencia y la corrupción administrativa. Más de cien personas, incluyendo altos funcionarios, han sido arrestadas. Los ministros cesados ayer son los de Comercio Interior y Obras Públicas. El dimisionario es el de Sanidad.
El presidente dijo, el jueves, que los recursos del Estado se dedicarán en lo sucesivo a grandes proyectos en sectores sociales, como educación, vivienda, sanidad y justicia. Corno consecuencia del compromiso contraído por el partido único (FRELIMO) de mantener en funcionamiento todos los negocios e industrias abandonados por los portugueses a raíz de la independencia de su ex colonia, actualmente el Estado dirige en Mozambique desde peluquerías y restaurantes hasta garajes y bares.
Del viraje político mozambiqueño forma también parte un plan para trasladar fuera de la capital, Maputo, a todos los desempleados, delincuentes y marginales. El propio Machel precisó el jueves que se dedicarán al cultivo del campo en una zona verde experimental que va a ser creada a treinta kilómetros de Maputo. La capital mozambiqueña, 850.000 habitantes, es ahora una ciudad doble, con una zona europea y otra africana, radicalmente diferenciadas. Paro creciente, escasez alimenticia y colas sin fin están a la orden del día.
Pequeños negocios van a volver a manos privadas ahora. Se han recibido miles de cartas de mozambiqueños en Suráfrica, Rodesia y Swazilandia que quieren informarse sobre las condiciones económicas en que podrían regresar a su país. La prensa surafricana habla de «paso al capitalismo» del régimen de Machel. El presidente dijo en su discurso que «el Estado creará las condiciones para apoyar a los comerciantes privados, industriales y granjeros. La actividad privada tiene un importante papel que jugar en el fortalecimiento de nuestro país».
El lunes comenzará en las ciudades mozambiqueñas la realización de un censo que permita una rápida y eficaz distribución de las tarjetas de racionamiento.
En el curso de tres meses, todos los ministros del Gobierno mozambiqueño deberán haber hecho la purga de su propio departamento para cumplir con la «ofensiva política» desatada por Machel. Los particulares han sido animados a denunciar cualquier caso de competencia o corrupción, «en la seguridad de que sus alegaciones serán contestadas personalmente».
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