El Escuadrón de la Muerte brasileño vuelve a tomarse la justicia por su mano
Tras varios años de casi total inactividad, el Escuadrón de la Muerte vuelve a recupar la escena de la actualidad política brasileña. Diez cadáveres, víctimas de este grupo parafascista, aparecieron el miércoles en Río. La prensa dedica diariamente varias columnas a la Mano Blanca y las autoridades se declaran especialmente preocupadas por el resurgir de este extraño fenómeno social.
La Mano Blanca está manchada con mucha sangre. El balance de su actuación, según reconoce la propia organización, alcanza ochenta muertos. Según otras fuentes. asciende a 148 víctimas.¿Expresión de una «justicia» anónima, golpes bajos de una policía paralela, guerra de bandas enfrentadas por el control de los juegos clandestinos, el tráfico de drogas, el robo a gran escala de automóviles y la prostitución? El misterio es total.
Para Erasmo Matins Pedro, responsable de la justicia ante el gobernador local, las cosas parecen claras: «No creo dice, «en la existencia de esta pretendida organización. Se trata de una ficción producto de la imaginación popular. Siempre ha habido ajustes de cuentas en los bajos fondos, y las llamadas telefónicas de algunos locos no cambiarán nada. Nuestra policía investiga y nuestra justicia intenta ser cada día más eficaz.»
«Pero», concluye Erasmo Martins Pedro, «la existencia de un Escuadrón de la Muerte, o una Mano Blanca, es para mí una verdadera utopía.»
Este punto de vista no es en absoluto compartido por la mayoría de las personalidades políticas, intelectuales, periodistas y, por supuesto, por la población: «Los cadáveres desfigurados y torturados de personas con numerosos antecedentes penales son descubiertos acribillados a balazos después de cada llamada telefónica de la Mano Blanca.»
La periodista Mary Fontes, de la cadena de televisión TUPI, consiguió recientemente grabar el siguiente diálogo:
-¿Forma usted parte de la Mano Blanca?
-Sí, soy yo.
-¿Ha participado usted en algunos asesinatos con el Escuadrón de la Muerte?
-No; soy sólo el portavoz de la organización.
-¿Por qué estos asesinatos diarios?
-Queremos, limpiar la zona norte de Río de todos los malhechores. Se trata de un trabajo arduo, pero susceptible de tranquilizar a la población.
-¿Cuáles son los objetivos de su grupo?
-Limpiar. La policía es incapaz de eliminar a los criminales que abundan por aquí. Es más, toda detención desemboca en una rápida puesta en libertad o en una fuga al cabo de algunas semanas. Empleamos, pues, soluciones más expeditivas. (Risa).
-¿Cuándo acabarán estas matanzas?
-Cuando la gente pueda de nuevo vivir sin miedo. Con este propósito vamos a liquidar a todos los malhechores que infectan Río. Nadie nos lo puede impedir. El presidente de la República tendría urgentemente que imponer la pena de muerte.
La grabación de Mary Fontes fue puesta en tela de juicio. Pero la periodista obtuvo una cita con el representante de los asesinos e incluso fue autorizada a filmar a su interlocutor. Este paré su automóvil en una carretera semidesierta de las afueras de Río y, con la cara cubierta con un pasamontañas, manifestó a Mary Fontes:
-Confirmo todo lo que he declarado. Es más, ahora vamos a intensificar nuestros esfuerzos en la zona residencial. Advierto a los bandidos y traficantes de Copacabana e lpanema. Nada nos importa su prestigio y las protecciones con las que pueden contar. Limpiaremos todo. Mi equipo ha capturado ya a tres traficantes de droga que han sido puestos a la sombra -a nuestro modo-, es decir, a siete pulgadas bajo tierra. (Risa). Vamos a acabar también con la prostitución masculina y los atracos.
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