Huelga y pugna entre sindicatos en el sector leonés de la construcción

Dieciocho personas, integrantes de un piquete informativo, fueron detenidas el pasado jueves en la localidad de Toral de Merayo y posteriormente trasladadas a Ponferrada, donde finalmente se esperaba que pasaran a disposición judicial durante la tarde de ayer. Los detenidos, todos ellos trabajadores de la construcción, formaban parte de los grupos que recorrían la provincia para dar cuenta de la huelga de 48 horas iniciada el jueves en este sector, como medida de presión en las negociaciones del nuevo convenio colectivo, que afecta a 8.000 trabajadores y unas 350 empresas.Según fuentes de CCOO, los dieciocho trabajadores han permanecido durante más de veinticuatro horas en las dependencias policiales de Ponferrada, sin que les fueran autorizadas las visitas de abogados y representantes de esta central.

La incidencia del paro fue ayer del 50%, según la patronal y UGT, y del 90%, según CCOO, CSUT y SU, centrales que han convocado para los próximos días 26, 27 y 28 una nueva huelga, siguiendo los acuerdos adoptados en las últimas asambleas. La convocatoria no ha sido firmada por UGT, que acusa al resto de las centrales de haber adoptado una postura beligerante contra el sindicato socialista y pone como condición indispensable para adherirse a la misma la celebración de nuevas asambleas en las que las decisiones se adopten en votación secreta y no "a mano alzada". Estas últimas, por su parte, han denunciado supuestos intentos de UGT por desmarcarse de las negociaciones para propiciar la firma unilateral del convenio dentro de la banda de incrementos salariales que figuran en el acuerdo-marco (del 13 % al 16 %).

Las acusaciones mutuas entre las centrales, reflejadas claramente en las asambleas, tienen como telón de fondo la pugna entre CCOO y CSUT, de una parte -con el 80% de la afiliación sindical del sector-, y UGT, de otra, para evitar o hacer cumplir, respectivamente, el contenido del acuerdo-marco. Esta última postura viene siendo también propugnada por la patronal, que desde el comienzo de las negociaciones reconoció capacidad para firmar el convenio a «todas y cada una» de las centrales, independientemente del grado de implantación en el sector.

Distintas plataformas reivindicativas

La rivalidad entre las centrales se ha reflejado también en la plataforma reivindicativa defendida por cada una de ellas. Mientras los empresarios han ofertado inicialmente el mínimo de incremento salarial que figura en el acuerdo-marco -13 %-, UGT solicita el máximo - 16%-, y CCOO, CSUT y SU, por su parte, exigen negociar entre el 16% y el 20% por un período de vigencia de sólo un año.Durante los próximos lunes y martes, el conflicto entrará en un nuevo compás de espera, cuyo desenlace definitivo dependerá en gran medida de las decisiones que hoy pueda acordar la asamblea de los empresarios, la mayor parte de los cuales se han acogido durante los últimos días a los beneficios del cierre patronal.