La tasa de cobertura del comercio exterior español con la CEE alcanza el 95%

La tasa de cobertura de nuestro comercio exterior con la Comunidad Económica Europea es en la actualidad del 95,7%. Con algunos países este índice supera incluso el ciento por ciento, como ocurre con Francia, país al que le exportamos un 19,' 6% por encima de sus ventas, excluido el material militar que nos suministra. Con Bélgica y Luxemburgo el comercio exterior español está prácticamente a la par, mientras que con Gran Bretaña existe una ligera diferencia a favor de este país.Estas cifras ponen de relieve que las dificultades comunitarias a las exportaciones españolas no derivan tanto de los derechos de aduana exigibles a la entrada en Europa como de otros obstáculos no arancelarios que deberán desaparecer con nuestro definitivo ingreso en la CEE.

Según señaló el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Españolas en Europa, Juan Antonio Cremades, en la segunda asamblea de la Federación, abierta ayer en Zaragoza, las trabas más importantes de la CEE a nuestras ventas están en la aplicación de la cláusula de salvaguardia y la aplicación inexacta del arancel. En este último caso explicó cómo las aduanas francesas interpretan el arancel de tal manera que las alpargatas que contienen un poco de caucho aforan como si fueran zapatos.

Ello ha implicado un incremento de la carta arancelaria en un 12%, con lo que la venta de alpargatas españolas en Francia ha bajado de unos cuatro millones de pares en el año 1975 a unos dos millones en 1977, y a tan sólo 200.000 pares de alpargatas en el pasado año.

Otra de las trabas que la integración de España en la CEE debe hacer desaparecer -la asamblea se ocupa de manera especial de los problemas derivados de dicha integración- es el visado administrativo que los importadores franceses de algunos sectores han de obtener de la Administración pública para realizar sus compras en España. Este visado ha sido utilizado por Francia en repetidas ocasiones para forzar la autolimitación de las exportaciones españolas textiles y siderúrgicas.

Otro importante obstáculo para nuestras ventas lo constituyen las normas de homologación. En Francia existen más de 20.000 normas publicadas por la Asociación Francesa de Normalización. Algunas de estas normas, unas doscientas, son obligatorias; otras son facultativas. Pero sólo los productos que las respetan pueden tener la estampilla NF.

Por otra parte, la obtención de la homologación NF puede ser discriminatoria: en algunos casos se declaran obligatorias las normas, impartiendo un plazo demasiado corto para que los importadores españoles puedan obtener la certificación de que sus productos son conformes a las mismas. Durante este plazo queda de hecho cerrada la importación.

En otros casos se ponen dificultades insuperables para conceder la norma y se llega incluso a denegar.