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Un ministro de Deportes del Consejo de Europa no secundan el boicot olímpico

Los ministros de Deportes del Consejo de Europa no secundaron la propuesta de boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú, planteada por Gran Bretaña y Holanda. Durante dos horas, el tema olímpico fue debatido sin que se produjeran apoyos hacia los paises partidarios del boicot. La conferencia de ministros de Deportes ha estimado que, de acuerdo con la resolución aprobada por ellos mismos hace dos años en Londres, debe dejarse libertad de acción a los respectivos comités olímpicos.

El ministro alemán Gerhart Rudolf Baum presidió la reunión, a propuesta del secretario general del Consejo de Europa, que fue aceptada unánimemente. Por la RFA, uno de los países cuya opinión podía pesar sobremanera, intervino el director de Deportes del Ministerio federal del Interior, y toda su ponencia podría resumirse sobre la base de que debe tomarse con serenidad el problema y aguardar hasta el mes de mayo para decidir la inscripción.Gran Bretaña, que estuvo representada por su ministro de Deportes, Héctor Monro, planteó crudamente el tema del boicot a Moscú. Monro, que por la mañana celebró una conferencia de prensa, insistió en las tesis de su país respecto a la invasión de Afganistán. Según sus propias manifestaciones, Gran Bretaña no acudirá oficialmente a Moscú. Respecto a la presión gubernamental sobre el Comité Olímpico de su país, manifestó que solamente se le recomendaba que no participara en los Juegos, lo que no debería interpretarse como una imposición a los atletas. Monro explicó que la opinión pública no es partidaria del boicot porque no está bien informada y que, en definitiva, no se presta mucha atención a la invasión de Afganistán, porque el problema queda lejano. «Estoy seguro», dijo, «que de haberse producido la invasión en un país europeo, la opinión pública de este continente sería bien distinta.» Monro insistió en la teoría de que su Gobierno no quiere perjudicar a sus atletas, y por esa razón es partidaria de reemplazar los Juegos por otras competiciones. Cuando se le planteó la incongruencia que supone afirmar que se concede libertad a los atletas para asistir y, por contra, se anuncian medidas contra los deportistas funcionarios que quieran participar en Moscú, respondió que de todás maneras, los funcionarios, para acudir a los Juegos con o sin boicot, tendrían que pedir permiso a sus superiores.

Monro afirmó que el espíritu olímpico no morirá y que el acuerdo de los ministros del Consejo de Europa de no interferir el deporte con la política está basado en un ideal, pero que el mundo en el que vivimos ni es perfecto ni es el ideal.

Monro mantuvo en la reunión de ministros todas sus tesis, apoyadas en la votación de su propio Parlamento, pero no consiguió más adhesión que la de Holanda, país que reafirmó su postura en favor del boicot. El resto de las intervenciones estuvieron presididas por el recuerdo de los acuerdos de Londres. Todos cuantos tomaron la palabra lo hicieron para indicar que debe dejarse libertad a los comités olímpicos nacionales, a fin de que sean éstos quienes decidan. Francia, que finalmente estuvo representada por el ministro de Juventud y Deportes, Jean Pierre Soisson, planteó la posibilidad de que se establezca Grecia como sede permanente de los Juegos.

Aunque las reuniones de ministros de Deportes continuarán hoy, el tema olímpico ya no volverá a ser tratado. Las conclusiones a las que se ha llegado son bien simples: la mayoría de los miembros del Consejo de Europa no es partidaria del boicot: éste se producirá de acuerdo con los compromisos políticos de cada país, y se desea alargar el plazo de los pronunciamientos definitivos lo más posible. La primera batalla europea en favor de los Juegos ha sido librada. Gran Bretaña no ha tenido más éxito que en Ginebra. El que no se haya producido un pronunciamiento en contra no puede tampoco interpretarse como un sí rotundo. En definitiva, casi estamos como al principio, aunque es bien indicativo el que Gran Bretaña y Holanda no hayan recibido apoyos a su postura.

La III Conferencia, en Madrid

Por otro lado, la conferencia plenaria de ministros de Deportes del Consejo de Europa se celebrará en Madrid. en 1981, según manifestó después Rudolf Baum. El ministro germano expuso en conferencia de prensa las tesis fundamentales sostenidas por los diversos países. Al matizar el número de naciones que se habían mostrado partidarias del boicot, citó a Portugal junto a Gran Bretaña y Holanda, y estableció otros dos grupos. En los que estiman que todavía no es el momento de tomar una decisión incluyó al suyo, y los que se manifestaron claramente en contra: Suiza, Suecia, Austria y Chipre.

Indicó que fue unánime la condena de la invasión de Afganistán. Respecto a la postura de su país, considerada como confusa, dado que el propio ministro de Asuntos Exteriores, Genscher, manifestó que no se imaginaba al equipo de Alemania compitiendo en unos Juegos en los que estuviera ausente Estados Unidos, Baum explicó que su Gobierno, antes de tomar una decisión, consultará con las organizaciones deportivas. «Mi Gobierno ha adoptado una postura similar a la de Francia», dijo, «ya que no recomendamos a nuestros atletas que no participen, cosa que sí ha hecho Gran Bretaña. Mi Gobiemo entiende que, para que todos los deportistas puedan participar en Moscú, deberán darse unas circunstancias que ahora no existen y, por tanto, la decisión definitiva será tomada más adelante.»

A la pregunta de qué haría el Gobierno alemán en el caso de que sus atletas desearan participar en los Juegos, a pesar de ser declarado el boicot, manifestó que hará lo posible para evitar esa difícil situación. Sí especificó, en cambio, que su país no tomaría la actitud de retirar los pasaportes a sus deportistas.

La conferencia de ministros agotó ayer todo el orden del día y, por tanto, no continuará hoy, como estaba previsto.

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