Llega a Cuba un vuelo con más de 100 deportados por Trump, en medio de las tensiones políticas

Pasadas las dos de la tarde del jueves aterrizó en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana el vuelo GlobalX 6100, que había despegado minutos antes del aeropuerto de Miami. Llegaba con 104 personas a bordo. Es el segundo vuelo de deportados que recibe Cuba desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca, aunque del primero, el 23 de enero, no se había informado hasta ahora. El Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que se atribuye el derecho de admitir o no a los deportados desde Estados Unidos, aceptó la llegada de este vuelo en medio de altas tensiones de Washington con La Habana, después de que los republicanos volvieran a incluir a la isla en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, suspendiera la emisión de visados a funcionarios cubanos y dictara medidas que asfixian económicamente al país.

El Ministerio de Interior (MININT) fue el encargado de anunciar la llegada de “migrantes irregulares”, a raíz de los “acuerdos migratorios bilaterales” que ambos países sostienen desde los últimos días de la administración de Barack Obama. Como parte del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el entonces presidente Raúl Castro aceptó comenzar a recibir vuelos de deportados. No obstante, cuando ambos países firmaron el acuerdo en 2017, quedó establecido que las deportaciones serían selectivas, con un proceso de “evaluación caso por caso”. Cifras del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) muestran que en el país permanecen 42.084 cubanos con orden final de deportación bajo libertad supervisada que Cuba se niega a recibir.

Ahora, en su anuncio, el Gobierno cubano se ha mostrado colaborativo y reiteró que “mantiene firme su compromiso con una migración regular, segura y ordenada”. Aunque desde el año 2023 Cuba recibe un vuelo mensual de deportados, el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, aseguró el pasado año a CBS News que estaban dispuestos a recibir incluso hasta más de un vuelo de deportados por mes desde Estados Unidos.

En las últimas semanas, han trascendido informaciones sobre cubanos que temían ser devueltos a La Habana, como el joven de 38 años Álvaro Fernando Medina Melo, quien permanece en el país con el documento I-220A, y que fue detenido por agentes de ICE cuando se presentó a una cita de migración en la agencia localizada en Miramar, a pesar de que no contaba con ningún historial criminal. Además se conoció la historia de la familia cubana que fue detenida por la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson, Arizona, después de cruzar la frontera cerca de la localidad de Papago. En la ciudad de Miami, donde vive gran parte de la comunidad cubana, se han reportado varias redadas de ICE, como la que tuvo lugar en el conocido restaurante Casablanca, a donde llegó la autoridad y cargó con al menos cinco trabajadores, según contó a El PAÍS una fuente que presenció el incidente.

Aunque se desconoce la identidad de los cubanos deportados este jueves —que fueron recibidos, según testigos, en medio de un gran operativo policial—, el MININT aclaró que se trata de 84 hombres, 19 mujeres y un menor. También aseguraron que una de estas personas, al llegar a La Habana, fue trasladada al órgano de investigación “por encontrarse como presunto comisor de hechos delictivos antes de salir del país”. Otras dos fueron detenidas “porque abandonaron el país ilegalmente mientras se encontraban en libertad condicional”.

Sobre los perfiles del resto, se conoce que uno llegó a Estados Unidos en el año 1980 siendo casi un niño, como parte del llamado éxodo del Mariel. Cuba se había negado a aceptarlo por años y ahora regresa a un país donde no tiene familia y sin hablar apenas español. Incluso se supo a través de las redes sociales que dentro de este último grupo de deportados, se encontraba la influencer cubana Cinthya Medrano García, conocida como La Cintumbare, quien llevaba semanas bajo custodia de ICE y había entrado al país con parole hace casi tres años.

A pesar de que Trump prometió comenzar a deportar a migrantes que arrastraban delitos criminales, en su afán de llevar a cabo la deportación más grande de la historia del país, más de un deportado en el último mes no carga con ningún historial delictivo. El abogado de inmigración Willy Allen aseguró a EL PAÍS que, hasta donde ha podido conocer, muchos de los deportados a la isla no habían cometido ningún delito.

Según Allen, hasta ahora el Gobierno cubano siempre se ha negado a aceptar criminales o personas que no tienen familiares en Cuba que los puedan recibir. “Estos últimos deportados son personas que no asistieron a la Corte, o perdieron el miedo creíble en la frontera y les dieron un documento I-220B o perdieron el asilo político. Hasta donde sabemos, en los vuelos pasados nadie con delito criminal fue deportado”, sostuvo el letrado, aunque insiste en que en las últimas semanas varios cubanos con delitos criminales fueron detenidos en Cayo Hueso, Miami y Orlando, pero desconoce si fueron incluidos en este vuelo.

Este parecía el primer vuelo de deportados por Trump, quien en su anterior mandato se agenció un récord de deportaciones a Cuba, enviando a la isla unas 3.385 personas, una cifra que excede con creces a los que devolvió George W. Bush (416) o Barack Obama (341), e incluso el expresidente Joe Biden, que en 42 vuelos retornó al país un total de 978 cubanos.

Se creía que el último vuelo de deportación desde Estados Unidos se había llevado a cabo el 19 de diciembre bajo la administración de Biden, pero ahora las autoridades de la isla confirmaron que el pasado 23 de enero, solo tres días después de la llegada de Trump al poder, llegó un vuelo de deportados, con lo que suman 11 devoluciones desde distintos países de la región en el año 2025, con un total de 296 personas retornadas.