El Partido Ecologista consigue cinco escaños en el Estado alemán de Baden

«¿Quién teme a los verdes?» «Un nuevo fantasma recorre la República Federal de Alemania.» Interrogantes y juicios temerosos como éstos han suscitado en la RFA los resultados de las elecciones regionales celebradas el domingo en el land de Baden-Würtemberg. Desde ayer, los ecologistas están ya presentes por primera vez en el Parlamento de un Estado alemán con amplia base territorial. Ya antes habían logrado conquistar tres escaños en otra dieta, la de la ciudad-estado de Brema. Hasta tal punto se han visto conmocionados los partidos convencionales (socialdemócrata, democristiano y liberal) que los tres han coincidido en ver en peligro el sistema tripartidista vigente en la RFA desde 1961.El resultado de las elecciones para el Parlamento de Stuttgart ha sido favorable a los democristianos, que seguirán gobernando en solitario, a pesar de,haber perdido tres escaños respecto de los 71 logrados en las elecciones anteriores. Los ecologistas, que concurrían por primera vez a unas elecciones en Baden-Wurtemberg, se han alzado con un 5,3% de los votos, lo que traducido a escaños equivale a seis. Si en octubre próximo se repitiese este resultado a nivel federal, los verdes entrarían también en el Bundestag de Bonn, con lo que terminaría el sistema de tres partidos, vigente desde hace diecinueve años en la RFA. Hasta hace pocos días, los tres grandes de la escena política de este país apenas valoraban la capacidad de arrastre del movimiento ecologista.

Los socialdemócratas han perdido uno y han visto fracasar su propósito de ver rota la mayoría absoluta de los primeros. A la hora de redactar esta información, los dirigentes socialdemócratas se hallaban reunidos en Stuttgart para analizar las consecuencias de su derrota. Parece segura la dimisión del candidato número uno de este partido, Erhard Eppler. Los liberales, que esta vez no han perdido. votos en dirección a los «verdes», han ganado un escaño y contarán con diez. Si en las próximas semanas los ecologistas lograsen también el mismo efecto en las elecciones regionales del Sarre y de Renania, su arrolladora experiencia se extendería fácilmente al resto de Alemania Occidental.

Los jefes de los tres grandes partidos parlamentarios ven el peligro y han coincidido en sus advertencias. Willy Brand (SPD) ha calificado la derrota de su partido como un resultado «absolutamente insatisfactorio» achacable al empuje de los «verdes». Dietrich Genscher (FPD) ha hecho un llamamiento a su partido para que «conecte con mayor ahínco con el potencial que quieren acumular sobre si los «verdes». Helmut Kohl (CDU) afirma que «los verdes cambiarán e influirán decisivamente la política alemana de los años ochenta».

Las consecuencias que pueda traer al SPD la retirada de Epler, si al fin se confirma, no son desdeñables. Este profesor, ex ministro federal, ascético e insobornable, decidido oponente de Schmidt y cabeza de serie de la corriente «anticrecimiento económico» en el SPD, sería una gran pérdida para su partido si tira definitivamente la toalla, según una nota de los «jusos» (jóvenes socialistas del SPD).