Crítica situación del pacto municipal en La Coruña
El pacto de la izquierda municipal en el Ayuntamiento de La Coruña, en situación crítica desde hace varias semanas, registró el primer vendaval importante que puede conducir a la ruptura definitiva de los acuerdos que hasta ahora se vinieron cumpliendo sólo a base de dificultades. La consecuencia inmediata ha sido que los socialistas votaron anteayer, por primera vez, las mismas propuestas que UCD y que CD y en contra de los que fueron, hasta el momento, sus aliados, los comunistas y los nacionalistas de Unida de Galega.Se debatía, en pleno extraordinario, la adecuación del estadio municipal de Riazor para que pueda servir a la celebración del Mundial-82 de Fútbol y la aprobación, a tal fin, de un presupuesto extraordinario de 402 millones de pesetas. El segundo punto no tuvo la mayoría absoluta que necesitaba, puesto que votaron en contra Unidade Galega y los comunistas.
La reacción inmediata de los socialistas fue acusar al alcalde, Domingo Merino, de Unidade Galega, de haber intentado chantajear a UCD en revancha a que este partido no permitió que se aprobase la petición de un crédito a la Caja de Ahorros para financiar el presupuesto especial de urbanismo. El secretario de la agrupación socialista local, Luis Amor, visitó incluso el despacho del alcalde coruñés para presentarle la advertencia seria de que su partido no va a permitir que se siga haciendo la política municipal como hasta ahora.
El grupo municipal del PSOE emitió una declaración oficial en la que se afirma que «ha habido obstrucción y ocultación de expediente administrativo a cargo del propio alcalde».
El caso adquirió el relieve que era de esperar y se convirtió en el primer gran obstáculo con que tropieza La Coruña: el pacto de la izquierda gallega en la administración municipal. Unidade Galega, salió ayer en defensa de Domingo Merino y anunció la próxima celebración de una reunión de todos los grupos municipales del pacto para aclarar todo lo que sea necesario y para situar las cosas en su sitio.
Con respecto a las acusaciones, Unidade Galega manifestó que resulta difícil entender la postura de los socialistas, debido a que, en tomo al tema del presupuesto para el Mundial, «no existían posturas de enfrentamiento previo y solamente se trataba de un aplazamiento técnico suficientemente justificado con documentos».
