El Papa considera la dispensa del celibato a los sacerdotes que la han solicitado
«Un español, me dijo ayer que en España Juan Pablo II era muy criticado porque se habla negado a conceder a los sacerdotes que lo habían solicitado la dispensa de celibato. Pero he consultado personalmente al Papa sobre el asunto y no es verdad. El problema no está cerrado. Lo está estudiando personalmente él mismo.» Esta afirmación la hizo ayer el sacerdote y escritor polaco Mieczyslaw Malinski, gran amigo del Papa desde la infancia y que acaba de presentar su último libro en Roma sobre el nuevo Papa: Las raíces del papa Wojtyla, editado por Borla.Acosado por la prensa internacional, Malinski, que es una de las pocas personas que cuando viene a Roma no necesita ser invitado para ir a comer o cenar con el Papa, que le acompañó en todos sus viajes por el mundo antes de ser Papa y que nadaban juntos en Roma y en Polonia, hizo una gran defensa de la capacidad de Wojtyla de «saber escuchar»: «Tened un poco de paciencia. Por ahora, el Papa está escuchando y estudiando. Tiene aún muchos años por delante y podrá dar sorpresas. Es un hombre que sabe volver atrás de sus decisiones si se convence. Sólo en su fe es irremovible.»
A la pregunta de EL PAIS sobre la nueva política del Vaticano en materia de ostpolitik, Malinski respondió: « Existe una gran actividad diplomática subterránea de diálogo entre la Santa Sede y los países del Este, que Wojtyla conoce mejor que ningún otro Papa. Es evidente, por ejemplo, que el cardenal Köenig y el cardenal Willebrands no están hoy en China y en Moscú como turistas, y que los contactos que tendrán no serán sólo personales.»
Se negó a contestar sobre cuándo empezaron los primeros contactos entre Wojtyla y el Opus Dei, y negó rotundamente que fuera cierta la profecía del padre Pío, según la cual, ya en 1947, cuando Wojtyla fue a visitarlo en su convento de Pietralcina, le había asegurado que un día sería Papa y que su pontificado duraría dos años. Malinski, riéndose, afirmó: «Yo no le calculo menos de quince años de pontificado, porque cada vez que hemos nadado juntos ha acabado siempre rindiéndome.»
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