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"El mantenimiento de la democracia pasa por el andalucismo", asegura Rojas Marcos

«En este momento histórico en que el andalucismo va a convertirse en fuerza política mayoritaria en Andalucía, va a representar en las instituciones catalanas al pueblo andaluz en la emigración y tiene ya una voz soberana consolidada en el Parlamento de España, queremos hacer una llamada al poder central, de responsabilidad y de serenidad.» Así se expresó ayer el secretario general del Partido Socialista Andaluz (PSA), Alejandro Rojas-Marcos, durante la conferencia que pronunció en el Club Siglo XXI.Situó su conferencia entre el 28 de febrero (referéndum de Andalucía) y el 20 de marzo (elecciones de Cataluña), «fecha del reencuentro del pueblo andaluz en Andalucía con el pueblo andaluz en la emigración». «Nuestra presencia en la arena política catalana es algo bueno para ambos pueblos», añadió. Explicó que para el andaluz, porque constituye un ejercicio de gran valor en su lucha por la propia liberación, y para el catalán porque «pone a prueba su capacidad de solidaridad».

Evitar convertirse en un partido interclasista

Propugnó un andalucismo que tiende a configurarse en un movimiento mayoritario que debe evitar convertirse en un partido interclasista, pero que ha de abrirse a la izquierda moderada social demócrata, «para incorporar activamente al pequeño empresa y al agrícola. Sólo así», añadió, «el partido andaluz representará un segmento mayoritario y representativo del poder real del pueblo andaluz». Alejandro Rojas-Marcos definió al andalucismo «como opcion de izquierda, y, por tanto, comomovimiento de liberación. El andalucismo es una respuesta progresiva que tiene y quiere tener como protagonista a las clases populares».El secretario general del PSA aseguró, asimismo, que el andalucismo ha sido siempre un movimiento democrático que ha establecido «con lucidez una correlación básica entre Estado autoritario y postración andaluza».

El señor Rojas-Marcos destacó el papel estabilizador indispensable del andalucismo en la España de hoy. «El mantenimiento y progreso de la democracia en España pasan por el andalucismo», aseguró. Agregó que el hecho de que el andalucismo nunca haya puesto en tela dejuicio la unidad española, es ya de por sí una relevante aportación de estabilidad constitucional, «aunque, paradójicamente, dicha postura parece ser interpretada por el centralismo como un signo de debilidad del nacionalismo andaluz». Dijo también que idéntica consideración puede hacerse de la renuncia del andalucismo al empleo de la violencia para el logro de sus objetivos. «La actitud centralista es la verdaderamente desestabilizadora.»

Respecto a las elecciones catalanas, garantizó que el PSA no va a hacer política centralista ni va a tratar de romper la identidad catalana, sino, exclusivamente, a defender los intereses de los andaluces. «Nuestra acción aquí es un resultado histórico: es la consecuencia de la tremenda dislocación sufrida por nuestro pueblo en los últimos cuarenta años.»

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