El PSOE mantiene el voto negativo al Estatuto

La sangre no llegó al río en el Partido Socialista de Galicia-PSOE. Contra lo que podía esperarse, y a pesar de la tensión interna reinante en las últimas semanas, la reunión del comité nacional gallego, el domingo pasado en Santiago, no deparó sorpresas importantes, ni muchos menos el anuncio de un congreso extraordinario, que se dio como posible hasta el último momento. Se ha ratificado la decisión de votar no al Estatuto.Hubo, eso sí, discusiones muy enfrentadas, que originaron incluso el voto particular a la gestión de cada una de las secretarías de la ejecutiva; discusión que fue particularmente embarazosa en algunos casos, que ocasionaron que el diputado coruñés Francisco Vázquez abandonara ocasionalmente el recinto de la reunión, dicíendo, a quien quería oirle, que él dimitía ipsofacto del PSOE. La pugna tuvo, por lo que pudo saber EL PAÍS a pesar del total hermetismo oficial a este respecto, mucho que ver con la crítica personal que se hizo en varias ocasiones a algunos miembros de la ejecutiva.

Sin embargo, tal como opinó a este p eriódico un miembro de la ejecutiva consultado, «se ha obtenido un denominador común muy amplio, más amplio del que cabía esperar, que va a permitir que la actual dirección del partido profundíce en la política socialista que ya se venía haciendo en Galicía». La cuestión de cual podría ser el camino que podían tomar los enfrentamientos internos entre los dos sectores principales del partido, nacionalista radical y federalistas moderados, ha quedado simplemente en suspenso, seguramente ante la incapacidad de cada uno de los grupos para hacerse, a última hora, con el control necesario. El resultado ha sido la aprobación mayoritaria de la gestión que ha venido teniendo la ejecutiva y la ratificación de que sigue vigente, de cara al referéndum de Galicia, la resolución socialista de votar no al Estatuto.

Precisamente, esta última cuestión ha sido el trasfondo de lo que pudo haberse convertido en una crisis interna del PSOE gallego, desde luego, el motivo de la tensión que caracterizó la celebración de la última reunión del comité nacional gallego. No dejó de influir también el resultado del referéndum andaluz, con lo que puede significar, a juicio de fuentes socialistas consultadas por EL PAÍS, de apertura de un período político del que puede desprenderse datos nuevos para analizar el caso de Galicia.