La agonía de Tito se prolonga
La salud del presidente vitalicio de Yugoslavia, Josip Broz (Tito), de 87 años, no experimentó cambios ayer dentro del largo proceso de agonía, desde el momento en que los médicos diagnosticaron la irreversibilidad de la enfermedad.Esta agonía, que los médicos combaten por todos los medios, puede prolongarse algunos días más. Ayer se habló de una elevación de la fiebre del enfermo, que pudo ser atajada. Se mantiene el tratamiento intensivo, al que no responde Tito, cuya vida se prolonga de forma artificial hasta que su corazón resista. Según todos los indicios, las hemorragias internas, producto de la neumonía, no han cesado.
Al parecer, ninguno de los altos cargos oficiales del régimen abandonará la capital este fin de semana, pendientes de la salud de Tito.
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