Cuatro estudiantes intentan en tres ocasiones secuestrar a un industrial

Cuatro estudiantes han sido detenidos por la policía después de haber intentado secuestrar a un industrial por tres veces. El contumaz grupo secuestrador aspiraba a un rescate de diez millones de pesetas, dada la ventajosa posición económica de quien habían elegido como víctima. Uno de ellos ha sido puesto a disposición del Juzgado Militar Permanente, dada su actual condición de soldado.

Las informaciones difundidas por la policía inclinan a suponer que Luis Masera, de veintiún años, Pedro Eugenio Barreno, José Antonio Plaza y Juan José Quintana, los tres últimos de diecinueve años de edad, habían maquinado la operación al detalle. Adquirieron dos macetas con flores en un vivero, con el propósito de ocultar la impedimenta entre la vegetación, y reunieron una sierra, un martillo, un rollo. de esparadrapo ancho, ocho cuerdas de distintos colores, un pasamontañas rojo y otro azul y una tarjeta, en la que probablemente escribieron a mano las condiciones de rescate.Antes de pasar a la acción reunieron y estudiaron toda clase de datos sobre los negocios de la víctima, sobre sus distintos domicilios y, consecuentemente, sobre sus movimientos.

Finalmente, se dirigieron a la vivienda en que habría de ser abordado el industrial. Llevaban en primer plano las dos macetas con el material camuflado entre las flores. A la hora convenida, llamaron a la puerta.

Al oír la llamada, sale al exterior la esposa de la víctima. Después de un rápido análisis, comienza a sospechar y les da un portazo, que, por el momento, relega a los secuestradores al descansillo.

Unas horas después hicieron una visita al chalé que el industrial posee en La Alcarria. Allí se apoderaron de una escopeta de caza del calibre doce.

Tres días después, se encaminan a la misma finca. Sabían que, sobre las 11.30, llegaría a ella la víctima. A última hora desisten: hay demasiados automovilistas en los alrededores; posibles testigos, en suma, lo que elimina la impunidad.

Al día siguiente vuelven al domicilio más frecuentado por el industrial. Y se equivocan por tercera vez: la frustrada víctima regresaba a casa acompañado por varios familiares.

Presuntos cuatreros

Tres presuntos cuatreros, Ismael Espí, de 42 años; Erineo Lara, de 45, y Ginés Cerventes, de 46, fueron sorprendidos por la dotación de un coche-patrulla de la comisaría de Alcorcón cuando trasladaban veintidós corderos lechales. Al parecer, habían sustraído el rebaño poco antes, en una finca denominada Valdetablas, de la localidad de Móstoles.