Un buen amigo de los soviéticos

«Jaroszewicz es muy amigo de los rusos», es comentario usual en Polonia a nivel popular y también oficial. A fin de cuentas, el primer ministro dimisionario es ruso. Nació en 1909, en Nieswiertz, localidad de la Rusia zarista devuelta a los polacos en el período de entreguerras y que de nuevo pertenece a la URSS.Durante la guerra, Jaroszewicz emigró a la Unión Soviética y trabajó como profesor. Tras su enrolamiento en el Ejército de resistencia polaco del lado soviético, comenzó una vertiginosa carrera que le llevaría, en 1950, a la vicepresidencia del comité de planificación.

A partir de 1952 toda su carrera política se centra en el terreno económico, en calidad de viceprimer ministro. Los acontecimientos en Gdansk, Gdynia y Szczecin, en 1970, conllevan a la caída de Gomulka y Cyrankiewicz, al frente del partido y el Gobierno, respectivamente, siendo sustituidos por el tandem Gierek-Jaroszewicz.

Calificado como representante del denominado grupo de «los moscovitas» ha significado siempre la ortodoxia, frente a los devaneos nacionalistas que haya pretendido llevar a cabo Gierek.

Pero la antipopularidad de Jaroszewicz quedó patente en dos asuntos. Con el aumento de precios decretado en junio de 1976, que culminó con la revocación de tales medidas tras los disturbios de Ursus y Radom y su posición contraria a la visita del papa Juan Pablo II a Polonia, en junio pasado. Por aquellas fechas desapareció de la escena pública y se llegó a decir que había muerto de un ataque cardiaco.

Las divergencias de opinión con Gierek han sido patentes en los últimos meses, a raíz de concretarse las críticas a la gestión económica.