Se agudiza en Portugal el conflicto Gobierno-presidencia

El conflicto en curso entre el Gobierno y la presidencia de la República portuguesa amenaza con degenerar en una crisis institucional. Latente desde antes de las elecciones legislativas de diciembre, el enfrentamiento entre el general Eanes y la coalición de centroderecha en el poder en Lisboa ha superado el plano de las divergencias verbales con las últimas iniciativas del. ejecutivo. Este ha ordenado la suspensión de los preparativos para la celebración del primer congreso de los emigrantes y del cuarto centenario de la muerte del poeta Camoens, cuya presidencia había sido confiada por anteriores Gobiernos al general Eanes. El Gobierno pretende también asumir la presidencia de la celebración del aniversario de la Revolución de Abril, que habitualmente incumbía al Consejo de la Revolución.Este órgano político-militar examina, a petición del jefe del Estado, la orientación de la política exterior portuguesa, en flagrante contradicción con reiteradas declaraciones públicas del Gobierno, que niega al presidente cualquier competencia en la materia.

El general Eanes no ha ratificado todavía la propuesta de movimiento diplomático presentada por el ministro democristiano de Exteriores, que incluye la sustitución de Lurdes Pintassilgo en el cargo de embajadora ante la Unesco.

La ex primera ministra acaba de ser objeto de un homenaje público por su acción política. Entre los millares de participantes figuraban miembros de las direcciones de los partidos socialista y comunista, personalidades de la izquierda extraparlamentaria, sacerdotes católicos y varios consejeros de la Revolución. María Lurdes Pintassilgo criticó a los «especialistas en política» y sostuvo la necesidad de una «participación diaria del pueblo en la orientación de la vida colectiva en acuerdo con los principios del Evangelio, ya que, como recordó, «ningún cristiano puede salvarse por si solo; se vive y se salva integrado en un pueblo».

El acto cobró, en diversos momentos, carácter de homenaje a la «revolución de los claveles», con vivas al MFA y el canto de Grandola vila morena, como no sucedía hace mucho en manifestaciones de este tipo. La diputada socialista Teresa Ambrosio afirmó que «el proyecto Pintassilgo es hoy la esperanza de millares de personas».