Guerrilleros salvadoreños ocupan la sede de la Democracia Cristiana
El Gobierno salvadoreño, integrado mayoritariamente en su parte civil por miembros del Partido Demócrata Cristiano, no intervendrá como tal para resolver el problema originado por la ocupación de la sede de dicha organización política en la capital salvadoreña por militantes de las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28). Así lo manifestó ayer el coronel Adolfo A. Majano, miembro de la Junta de Gobierno, al referirse al incidente.
Los ocupantes de la sede del PDC, que, con una acción similar realizada hace quince días en la embajada de Panamá en San Salvador, consiguieron la libertad de varios compañeros detenidos por los cuerpos de seguridad, exigen en esta ocasión la libertad de otros doscientos militantes de las LP-28 y la dimisión de la Junta y el Gobierno.En el edificio del PDC permanecen como rehenes unas quince personas, entre ellas la esposa del ministro de Educación, señora de Colindres. Otras dos mujeres con hijos de corta edad fueron puestas en libertad por los ocupantes.
En una explicación posterior de lo ocurrido, el secretario general de la democracia cristiana salvadoreña, José Napoleón Duarte, aseguró que las Ligas Populares 28 de Febrero se habían equivocado en su acción, ya que su partido venia luchando «desde hace más de veinte años» por las mismas aspiraciones que el grupo revolucionario.Mientras estos hechos sumaban un nuevo incidente a la agitada vida diaria salvadoreña, tres miembros de la Junta de Gobierno, el coronel Majano y los doctores Héctor Dada y Ramón Avalos se reunían con los periodistas extranjeros para comentar los últimos hechos del país. Se insistió al coronel Majano sobre las evidencias de señales de división en el seno del Ejército, que fueron rechazadas por el oficial. «Puede haber, y de hecho hay», dijo, «diversas posturas generaciones para llevar adelante el proceso revolucionario, pero puedo asegurarles que existe unidad en el objetivo básico de llevar adelante las reformas.
Sobornos
Majano negó al enviado de EL PAÍS la veracidad de los rumores sobre una «inyección» de veintiséis millones de pesos (unos 740 millones de pesetas), hecha por la oligarquía salvadoreña entre altos oficiales de las fuerzas armadas y de los cuerpos de seguridad y pidió la colaboración de todos para la aportación de pruebas sobre este hecho, «para, si fueran ciertos los hechos, castigar a los culpables ». El arzobispo de San Salvador, monseñor Romero, se refirió indirectamente a estos rumores en su última homilía, al pedir a los altos oficiales que «no se dejaran sobornar».
Reunión de la IS en Costa Rica
La crisis de El Salvador será el eje central de las conversaciones que mantendrán en San José de Costa Rica los integrantes de una comisión de la Internacional Socialista (IS), presidida por el sueco Ben Carsson, y dirigentes de diversos partidos políticos y organizaciones populares salvadoreñas. El foro durará tres días, y es posible que la IS haga un pronunciamiento concreto sobre la situación al final del mismo.En la capital de El Salvador, entre tanto, la misión del Pacto Andino, que recorre desde hace una semana varios países centroamericanos, tenía previsto entrevistarse ayer con miembros de la Junta de Gobierno y con dirigentes de grupos revolucionarios, para evaluar la situación de crisis que vive el país y tratar de ofrecer fórmulas que alivien el creciente estado de tensión.
Bandas paramilitares
Los funcionarios diplomáticos llegan a El Salvador en un momento en el que la violencia, especialmente la protagonizada por grupos paramilitares de ultraderecha y cuerpos de seguridad del Estado, alcanza elevados niveles.Durante el transcurso del martes se conocieron nuevas acciones de la tristemente célebre Unión Guerrera Blanca, en las que perdieron la vida nueve personas en total. Cuatro de ellas, militantes de la Unión de Pobladores de Tugurios, del Bloque Popular Revolucionario, fueron violentamente sacados de sus casas en la madrugada por un grupo de enmascarados. Sus cuerpos sin vida aparecieron horas más tarde en una de las carreteras de acceso a San Salvador. Hasta ahora, ni la policía ni los cuerpos de seguridad han conseguido la captura de uno solo de los integrantes de dichas bandas.
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