"Tele-radio", algo más que la programación semanal
Tele-Ratdio, la revista que edita y financia Radiotelevisión Española, perdió en el ejercicio de 1978 la cifra de 78 millones de pesetas. Si RTVE hubiera cobrado a Tele-Radio el importe de los espacios publicitarios de que disfrutó ese año. las pérdidas se elevarían a doscientos millones.A la vista de estas cifras. el informe de la intervención de Hacienda se atreve a sugerir la posibilidad de replantear la existencia de esa publicación. Las cuentas básicas de la revista en el ejercicio de 1978 fueron las siguientes: los ingresos publicitarios ascendieron a unos doce millones de pesetas frente a los 61.2 que estaban presupuestados. Para el pasado ejercicio. el presupuesto era de treinta millones. Los ingresos por venta de ejemplares. tanto directa como por suscripción. supusieron en 1978 unos ingresos de 33.3 millones de pesetas. menos de la mitad de la cifra prevista. En este caso también se produjo la técnica de sobrevalorar los presupuestos de ingresos. con objeto de posibilitar mayor margen de gasto. que luego tiene que cubrirse con cargo a otras fuentes.La tirada media de la revista fue de unos 70.000 ejemplares semanales. de los cuales, un 10% se repartieron gratuitamente. Del resto que se puso a la venta volvieron a los editores un 35% de ejemplares, que fueron comercializados luego como papel viejo. Esta subventa supuso a Tele-Radio en 1978, unos ingresos ligeramente superiores al medio millón de pesetas.
Si de los ingresos pasamos a los gastos aparecen las siguientes cifras: los sueldos del personal de plantilla ascendieron a 30,7 millones de pesetas, y los gastos generales de impresión, materiales y colaboraciones llegaron a los 92,6 millones. Los ingresos no permiten cubrir nada más que un tercio de los gastos.
A partir de este punto, y una vez cuestionada la viabilidad de la revista desde el punto de vista de la rentabilidad, el informe plantea la situación de control de gestión de la misma, y dice: « Los deudores de la revista acumulaban una cifra de impa gos de casi dos millones y medio de pesetas. Estos deudores parecen ser solventes en su mayoría. La falta de cobro debe atribuirse a una mala gestión del mismo.»
Esta mala gestión de cobros es especialmente importante en las relaciones con la distribuidora, que tenía el compromiso de liquidar al mes y mes y medio de disponer de las revistas. Este compromiso suponía que el monto máximo de deuda de la distribuidora, dada la tirada de la revista, no debería sobrepasar los ocho millones. Sin embargo, la distribuidora quebró, con un volumen de impagados a Tele-Radio de más de 26 millones de pesetas.
