Chaban-Delmas interrumpe su viaje oficial a la URSS
Jacques Chaban-Delmas, presidente de la Asamblea Nacional francesa, llegó anoche a París precipitadamente, al interrumpir su viaje oficial en la URSS para protestar contra el confinamiento del físico y premio Nobel, Andrei Sajarov. El Gobierno y la opinión franceses han condenado este «nuevo atentado contra la coexistencia pacífica». Los comunistas franceses, que han «legitimado» la intervención de Moscú en Kabul, manifestaron tibiamente su «desaprobación».La opinión francesa está convencida de que la coexistencia pacífica vive un momento crítico y, como lo expresó hace pocos días el presidente de la República, Valèry Giscar d'Estaing, nadie está en condiciones de garantizar lo que realmente pretenden los soviéticos. En relación con esta interrogación, epicentro común de la inquietud reinante, el líder comunista, Georges Marchais, tras su espectacular y criticado viaje a la URSS para aprobar la intervención soviética en Afganistán y para alinearse a internacionalismo definido por Moscú, explicó anteayer que la coexistencia pacífica quiere decir que toda intervención soviética en un país extranjero para liberar a los pueblos del capitalismo está justificada.
La detención del científico Andrei Sajarov ha acrecentado en Francia los temores de una degradación irreversible de la situación mundial. La condena de hecho es total.
La interrupción del viaje oficial que realiza en la URSS el presidente de la Asamblea Nacional, tercer personaje del Estado, ha constituido la expresión de protesta más espectacular. El Gobierno, ayer, valoró como «inaceptable» la intervención en Afganistán y, refiriéndose al premio Nobel, estimó que su detención «es un signo inquietante en la situación internacional actual».
Por el contrario, las autoridades galas mantienen su postura favorable a la celebración de los Juegos Olímpicos en Moscú: «El Comité Internacional Olímpico debe decidir», declaró el Consejo de Ministros. Pero sobre este punto y sobre el futuro de las relaciones franco-soviéticas, que París quiere preservar por encima de todo, de igual manera que la detente, hay que esperar al final de las conversaciones que inicia hoy, en París, el primer viceministro soviético de Asuntos Exteriores, VIadimir Kornienko. Su viaje a París (llegó anoche en el mismo avión que Chaban-Delmas) y su entrevista con el ministro de Exteriores, Jean-François Poncet, están destinados a explicarles a las autoridades francesas la naturaleza y el sentido de su diplomacia a la vista de la intervención «inaceptable» en Afganistán.
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