Media con vómito

Los Juegos Olímpicos de Moscú tienen media con vómito. Lo que sufrieron los de Munich fue una pasada en falso. En Montreal ya hubo un pinchazo hondo. Al toro olímpico no le queda otro recurso que amorcillarse, para tenerse en pie junto a las tablas.El movimiento olímpico del barón de Coubertin está amenazado de muerte. Ya no es imprescindible el boicot a Moscú para que se resienta considerablemente. Las tensiones de la capital soviética, casi con toda seguridad, ocuparán tanto espacio en los periódicos occidentales como las manifestaciones deportivas.

Al Comité Olímpico Internacional le queda, de aquí ajunio, una tarea inmensa. El aparato burocrático deberá manejarse más en el área diplomática que en la estrictamente deportiva. Cabe la posibilidad de que los comités olímpicos nacionales tengan que efectuar un lavado de cerebro a sus representaciones, para que se mantengan al margen de cualquier manifestación extradeportiva que pueda producirse en alguno de los actos oficiales.

La media con vómito que puede cargarse de un modo efectivo los Juegos de Moscú es la cláusula que figura en el contrato de la retransmisión por televisión de las competiciones. Los magnates de la televisión norteamericana pagarán 5.808 millones de pesetas en derechos si participa el equipo de Estados Unidos. De lo contrario, el contrato es nulo. Estados Unidos tiene la sartén por el mango, y el mango también.