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Jodorowski: "Mi cine puede ser definido como sagrado"

Entrevista con el realizador de "'El topo"

Alejandro Jodorowski, realizador cinematográfico, es, sin duda, una de las personalidades más fascinantes de la moderna cinematografía por su concepción barroca de la puesta en escena, el delirio de las historias que narra y la personalísima ideología que posee. Realizó Fando y Lis, en 1969; El topo, en 1972; La montaña sagrada, en 1975, y Tusk, en 1979. Vinculado desde su fundación, y hasta su disolución, al grupo Pánico, Jodorovski se encuentra en Madrid con motivo de la Semana de Cine Fantástico y de Ciencia Ficción, en la que se proyectará El topo.

«En mi última película, Tusk, que significa colmillo y que trata de la historia de un elefante en la India, que comienza como animal esclavo, lucha por su libertad, la obtiene y termina como animal sagrado, aparece al comienzo una fábula pánica. A pesar de que expulsé del movimiento a Topor, a Arrabal y a mí mismo, sigo creyendo que el movimiento pánico es el movimiento perfecto porque tiene infinitas teorías y estilos, en el fondo es la libertad total, sin límites y representado por cada individuo. El pánico creo que es el deseo de juntarse los individuos que se sienten oprimidos.»«Por lo que se refiere a la aplicación al cine de los postulados de pánico, esto se ve en mi no creencia en los géneros cinematográficos. Rompo con los géneros en cada una de mis películas, en las que se pueden ver comedia, drama, realismo, etcétera, porque la vida es así: te levantas en una novela rosa, al mediodía estás en una comedia y por la noche, a lo mejor, estás en un sueño de ciencia-ficción. El pánico pondrá por encima de todo la imaginación, como llave de otras realidades paralelas. Al pánico no le interesa la historia porque considera que todo es simultáneo, pasado, presente y futuro. Topor y Arrabal entendían la confusión, que juntamente con el humor y el horror conformaban el pánico, como el caos. Yo considero la confusión como una danza de infinitos.»

«Viviendo en una verdad universal de esencia invariable y de forma en constante cambio, no se le puede pedir a un pánico que explique una teoría del pánico porque cambiará constantemente. El pánico tiene conexiones con el surrealismo, con todo lo que amaba el surrealismo pero también con todo lo que no amaba el surrealismo, entendiendo por tal lo que decía Bretón. El surrealismo odiaba la ciencia ficción; por ejemplo, la novela policiaca no aceptaba la pornografía. El pánico sí la aceptó cuando no estaba asimilada por el sistema. Tampoco les interesada el comic. Cuando Topor mostró sus dibujos a Jean Benoit éste le comentí que debería trabajar en una zapatería para que cuando volviera a pintar un zapato nadie pudiera quitarle ni una línea. Topor le contestó que a él le gustaba hacer dibujos a los que siempre se les pudiera añadir una línea. El surrealismo tampoco aceptó lo sagrado. Confundieron las torpezas de la jerarquía eclesiástica con los textos sagrados. »

«Pienso que mi cine puede ser definido como cine sagrado, igual que hay cine político o erótico. La contradicción es que en el terreno del arte, del cine, tienes que ser distinto, y en el terreno de lo sagrado tienes que ser igual a los místicos. Esa verdad constante, universal, de la que hablaba antes, no puede ser enunciada con palabras, sino con símbolos. »

Experiencias alucinógenas

«Efectivamente, en El topo había experiencias alucinógenas, del peyote y los hongos sagrados de México, y se hablaba de ello como hablan los chamanes. Igual ocurre en el cristianismo: cuando los apóstoles beben la sangre de Cristo eso tiene que producir un trip tremendo. La transfiguración de Jesús en el huerto de los Olivos es un viaje iniciático, el momento en que el yo consciente se parte y aflora el yo inconsciente, cósmico, como un iceberg; es también un viaje alucinógeno, y de eso hablaban El topo y La montaña sagrada. Si el creyente fuera realmente creyente cada vez que tomara una hostia, tendría esa sensación de trip. Y aclaro que hablamos de hongos alucinógenos, no de vicio (heroína, morfina, etcétera); hablamos de la ingestión de algo natural, tomado en circunstancias concretas,En la actualidad, Jodorowski ha terminado el guión de una nueva película sobre la Pasión. Su productor está a la busca del capital necesario para realizarla. Se rodaría en Egipto e Israel y sobre ello se explica el autor: «Es la Pasión vista por la Virgen María, desde el parto hasta la Asunción. No se parece en nada a lo que nos han dicho que fue. Me interesa el símbolo. Pienso rodarla con una mujer virgen de quince años. En mis películas he procurado usar a la gente tal como es: millonarios, homosexuales, etcétera; si necesito a un, criminal buscaré a alguien que hubiera matado en alguna guerra. Para el personaje de Cristo quizá busque un loco bello que asuma la divinidad. »

«Personalmente, creo que la cultura, a partir del año 2000, se basará en tres personajes, enunciados en importancia creciente: Cristo, María y José. Cristo es un aglutinante de todas las demás religiones: la divinidad hecha hombre. Luego viene la humanidad, que participa de la divinidad sin hacerse Dios, que es María. En José tenemos el santo perfecto, el redescubrimiento del amor paternal, el sacrificio de sí. Es el estandarte de la fe. »

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