El Papa pide pide respeto a la independencia de Afganistán

Durante una recepción ofrecida ayer al cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, el papa Juan Pablo II, refiriéndose a la crisis de Afganistán, hizo un llamamiento -«en el marco de mi misión pastoral»- a las dos grandes potencias para que «se respete la independencia de cada país y el derecho de los pueblos a decidir su propio destino según sus sentimientos patrióticos y religiosos». Respecto a Irán afirmó: «Mi solicitud y mi simpatía se dirige, sobre todo, al pueblo de Irán, cuya historia gloriosa y cuyas tradiciones humanitarias son universalmente conocidas. Nosotros les deseamos», añadió el Papa, «que puedan superar todas las dificultades actuales y hago mis mejores votos por su vida, su tranquilidad y su progreso.»Pero el Papa recordó a los embajadores acreditados ante la Santa Sede que el hecho que en este momento sea Asia el punto más crucial de los conflictos internacionales no puede ser una excusa para olvidarse de los pueblos de Africa, «que no deben permanecer ausentes de la solicitud, de la familia humana bajo el pretexto de que hoy los grandes juegos económicos se sitúan en otras partes».

Juan Pablo II, que recibió ayer a todo el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, como es costumbre al comienzo de cada nuevo año, aprovechó esta ocasión para dirigirse «a todos los responsables de los pueblos, incluso a los que aún no están acreditados ante el Vaticano». El Papa ha vuelto a repetir que «la Iglesia respeta todos los sistemas políticos y sus responsabilidades temporales, contribuyendo al bien de cada país», sobre todo en la promoción de la paz.

Juan Pablo II hizo una gran defensa de todos sus viajes del año pasado, «los cuales», dijo, «han sido ocasión de contactos profundos con los pueblos y sus gobernantes, además de la comunión reforzada con las iglesias locales, que han constituido siempre el primer fin apostólico».

Dio las gracias al presidente de México, «que me invitó », dijo, «a pesar de la ausencia de relaciones diplomáticas»; agradeció «el gesto sin precedentes del presidente Carter y de su Gobierno, que me invitaron a la Casa Blanca». Igual agradecimiento demostró a las autoridades de Turquía y de Polonia, y subrayó que todos sus viajes «desearon servir la causa de la paz».