Unificada la izquierda política y armada de El Salvador

Tres organizaciones políticas de izquierda, dos de ellas armadas, anunciaron el jueves en El Salvador su decisión de unificarse para continuar. la lucha contra la Junta Revolucionaria de Gobierno. El Partido Comunista, las Fuerzas Populares de Liberación (FLP) y las Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN), brazos armados, respectivamente del BPR y del FAPU, pidieron al resto de las fuerzas democráticas del país que eliminaran sus diferencias e integraran frentes unitarios para conseguir los cambios definitivos que espera el pueblo salvadoreño e invitando a la insurección armada.Es la primera vez, en los últimos cuarenta años, que se produce en El Salvador un proceso de unificación similar. Tradicionalmente, los grupos izquierdistas de dicha nación centroamericana han actuado de forma separada y, a veces, contradictoria.

Al hacer el anuncio, los dirigentes de la alianza hicieron un llamamiento a la insurección armada, como «la única alternativa verdadera y eficaz». En opinión de aquéllos, existe un evidente peligro de guerra civil si los militares no se unen al movimiento popular.

«Es preciso buscar una solución menos dolorosa», señalaron, «pero el fracaso de la tercera vía, la reformista, ha sido evidente».

Frente a estas acciones unitarias de la izquierda salvadoreña, la oligarquía del país, que ha controlado durante medio siglo todos los resortes de la sociedad nacional, continúa sus presiones sobre el Gobierno. Para ayer estaba previsto un paro empresarial auspiciado por la organización Pan y Trabajo, de claro matiz derechista.

Paralelamente, la Federación Nacional de Sindicatos Salvadoreños convocó una huelga general, al no producirse la solución esperada en el caso de la empresa multinacional Aplar, que pretende abandonar El Salvador, lo que dejarla sin empleo a cerca de 3.000 empleados en todo el país.

Tras estas decisiones adoptadas por el Partido Comunista y su aproximación a la guerrilla, la situación política en El Salvador experimenta una nueva radicalización que hace cobrar fuerza las hipótesis más pesimistas sobre el futuro inmediato del país. Para el próximo día 22 de enero, los partidos y organizaciones ahora fusionados han realizado una convocatoria masiva en la capital salvadoreña, con visos de convertirse en el primer paso de la insurrección generalizada en todo el territorio salvadoreño. Paralelamente a esto. las organizaciones ahora unidas intensifican sus llamamientos a fuerzas sociales y entidades de todo el país con el Fin de que se adhiera al frente común insurreccional que se gesta ahora en esta nación centroamericana.