Los progresistas retornan al poder en Mauritania
De retorno por la puerta grande de los progresistas al poder en Mauritania calificó ayer Mustafá Iznasni, especialista en cuestiones mauritanas, los recientes cambios gubernamentales ocurridos en Nuakchot. Del nuevo Gobierno con sólo cinco militares demuestra hasta qué punto se ha erosionado la influencia del Comité Militar de Salvación Nacional (CMSN).
Las purgas contra Mohamed Uld Salek, Sidí Uld Maayuf, Uld Ba Uld Abdelkader, Uld Boyde, Salem Uld Sidi y, últimamente, Uld Lully, y los accidentes, que se han llevado en condiciones misteriosas a los líderes de la tendencia liberal y progresista, respectivamente, Ahmed Uld Busseif y Jiddu Uld Salek, afectaron sensiblemente el poder militar.
Un año y medio después del golpe de Estado que les llevó al poder, añade Iznasni en su comentario, el Ejército mauritano es presa de sus contradicciones internas exacerbadas por las dificultades económicas y las presiones externas, ilustradas por los sangrientos enfrentamientos entre militares mauritanos ocurridos hace poco en Zuerat.
Las exigencias de la rehabilitación económica del país condenan a los militares, si quieren mantener la credibilidad, a reducir el presupuesto del Ejército y a desmovilizar dos tercios de las fuerzas armadas
Al lado de los cinco militares que aún se mantienen en el Gobierno, y que en realidad reflejan la tradicional dosificación étnica regional y política, han vuelto hombres del antiguo régimen de Uld Daddah, como Hasni Uld Didí, Uld Mukus y Mohamed Uld Amar.
Carta Constitucional
Una nueva Carta Constitucional, publicada el jueves en Nuakchot y que viene a sustituir a la aprobada en abril de 1979, confirma jurídicamente el fin del «bicefalismo» en Mauritania: el jefe del Estado es, desde ahora, jefe del Comité Militar de Salud Nacional (CMSN) y jefe de Gobierno.
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