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La prensa yugoslava minimiza la enfermedad del presidente Tito

La prensa yugoslava minimizó ayer la hospitalización del presidente Tito, de 87 años, quien, desde el jueves se encuentra internado en el centro clínico de Lubliana, para ser sometido a un examen arterial de las dos piernas. La radio y la televisión se han limitado a ofrecer, sin comentarios, el comunicado oficial de tres líneas sobre el tema que distribuyó la agencia oficial Tanjug.

Tito está siendo sometido a un tratamiento de inyecciones e hidroterapia para dilatar los capilares y venas de las piernas y se cree que permanecerá en el centro clínico durante una semana o diez días. El tratamiento tiene como finalidad evitar la posibilidad de que se le formen trombos, opinan los observadores.

El presidente de la República Federativa de Yugoslavia se encontraba, desde hace más de un mes, en Karadjordjevo, gran finca estatal situada a unos 120 kilómetros al noroeste de Belgrado, donde pasó las fiestas de fin de año, rodeado (le sus colaboradores más próximos y de sus dos hijos, Zarko y Micha.

Los telespecta dores señalan que Tito entró, el último día del año, en el gran salón de su villa apoyándose en un bastón de caña con empuñadura de plata, del que se sirve cuando está aquejado de ciática.

El líder yugoslavo, según cuentan los que le vieron en las imágenes televisadas en el fin de año, tenía bastante mal aspecto cuando los diferentes invitados y dirigentes intercambiaron abrazos con él para desearle un feliz año. Respondiendo a un discurso de VIadimir Bakaritch, número uno de la República, Federal de Croacia y único miembro de la vieja guardia del partido todavía en el poder, Tito expresó su esperanza de que «podamos celebrar todavía, una vez más, el próximo año nuevo». «Sin embargo», añadió, «1980 será un año difícil, pero podremos superar las dificultades que enfrentaremos. Estoy convencido de que entramos en el nuevo año unidos como lo estuvimos durante la guerra y en los períodos de la posguerra. Os agradezco esta unidad. No tememos a nada.»

A falta de comentarios oficiales u oficiosos sobre la salud de Tito, los observadores señalan que es la primera vez que oficialmente se dice que tiene una enfermedad de los vasos sanguíneos.

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