CC OO rechaza el acuerdo UGT-CEOE en defensa de su alternativa a la crisis económica

El rechazo de Comisiones Obreras al acuerdo-marco que hoy suscriben UGT y CEOE responde a la defensa por parte de la central comunista del modelo económico que propugna implantar como respuesta a la crisis, y que, sustancialmente, comportaría un plan de solidaridad nacional. Como contrapartida, según explicó en rueda de prensa Marcelino Camacho, se ha optado, «han optado UGT y la patronal por una política de parcheo que permita afrontar, con el sacrificio de los trabajadores, la crisis económica que atenaza a nuestro país, consecuencia de la crisis económica internacional en la que está sumido el modelo económico de Occidente, dominado por las multinacionales».En cuanto al acuerdo en sí, Marcelino Camacho recurrió al editorial publicado ayer por este diario para utilizar la calificación de pacto social que se daba al mismo, y añadió que él agregaría que «muy malo». No obstante, tanto Camacho como Sartorius, también presente en la rueda de prensa, afirmaron que CC OO trataría de desdramatizar la negociación de los casi 3.000 convenios pendientes de revisión para el próximo año.

Según Sartorius, «la práctica demostrará quién tiene razón, cuando UGT tenga que convencer a sus bases de la bondad del acuerdo para ajustar las plataformas ya establecidas conjuntamente con nosotros a los términos, de lo pactado con la CEOE. Los trabajadores habrán de decidir, pues, en definitiva, esto es lo que ocurre cuando los planteamientos de dos sindicatos son tan distantes como los que sustentamos nosotros y UGT en torno al acuerdo-marco».

En la resolución adoptada por el consejo confederal de CC OO contra el acuerdo UGT-CEOE se analiza el mismo punto por punto en los siguientes términos críticos:

Salarios: su carácter negativo en el tema salarial no radica tanto en la banda (aunque esto es importante para los trabajadores), que se establece entre un 13 y un 16%, como en las condiciones que la CEOE impone para llegar a dichas cifras, lo que permite el descuelgue de numerosas empresas. De otra parte, el 13% que se sitúa como mínimo no queda garantizado para el conjunto de los asalariados.

Revisión salarial: la fórmula establecida, sobre la base de lo que sobrepase a 30 de junio de 1980 del 6,75% del IPC, excluyendo la incidencia del precio de la gasolina, hace inviable, en opinión de CC OO, cualquier posibilidad de aplicación de escala móvil en la revisión; supone una pérdida real de capacidad adquisitiva y, en la línea del plan económico del Gobierno, supone que los asalariados paguen dos veces el aumento de la gasolina: en los precios y en los salarios.

Jornada: Comisiones Obreras considera que no es cierto que a partir de enero de 1983 se alcancen las cuarenta horas semanales, ya que la jornada anual de 1.886 horas, con treinta días de vacaciones, no son cuarenta horas, sino más de 41. Supone, además, el cómput9anual de jornada incluyendo las vacaciones. Asimismo, lo pactado impide negociar reducciones de jornada para el año 1980.

Horas extraordinarias: lo pactado es la propuesta de CC OO, de la que se ha excluido la reconversión de estas horas por puestos de trabajo.

Productividad y absentismo: condiciona los acuerdos y la aplicación de los mismos convenios colectivos; abre la perspectiva de negociación por ramas de ambos temas; el reparto de los beneficios obtenidos se hará primando el excedente empresarial; no se establece la intervención del comité de empresa ni se garantizan los niveles de empleo ni las condiciones de trabajo.

Duración: la recomendación de CEOE-UGT en el sentido de que los convenios colectivos tengan una vigencia no inferior a dos años debilita la capacidad de acción sindical de los trabajadores y sus sindicatos, y la patronal busca con ello limitar dicha acción durante un tiempo más dilatado, con el fin de imponer mejor su modelo de salida a la crisis.

La resolución del consejo confederal de CC OO concluye con la afirmación de que la intención de CEOE no ha sido nunca establecer un acuerdo con Comisiones Obreras, sino intentar un acercamiento a UGT.

En consecuencia, CC OO defenderá en la negociación de los convenios colectivos la aplicación de las conclusiones de las II Jornadas Confederales de Acción Sindical, y mantendrá las plataformas reivindicativas ya elaboradas, que en muchos casos han sido establecidas unitariamente.

En la negociación de los convenios, CC OO reivindicará, entre otros aspectos, un incremento salarial del 16%, reducción y control de las horas extraordinarias y atribuciones para los sindicatos en la empresa. También planteará la duración de los convenios por un año, la reducción de la jornada laboral durante 1980 para todos los trabajadores sin exclusiones, revisión semestral de los salarios en lo que sobrepase el 4% en junio de 1980, el aumento del IPC y derechos sindicales para las secciones sindicales de empresa y los comités y delegados de personal.

Finalmente, Comisiones Obreras invita a «las centrales representativas UGT, USO y ELA-STV a ordenar y coordinar conjuntamente la negociación colectiva,

CEOE: "Ni vencedores ni vencidos"

«El acuerdo contiene concesiones duras para una y otra parte. Ahí radica su bondad. No hay ni vencedores ni vencidos. La victoria es de los trabajadores y empresarios, si el acuerdo se desarrolla en las condiciones suscritas», ha manifestado el secretario general de la CEOE, José María Cuevas. El señor Cuevas señaló que el acuerdo queda abierto a la posible adhesión de otras organizaciones sindicales y empresariales, y, en este sentido, USO y CEPYME han mostrado su interés en adherirse.

El secretario general de la CEOE dijo que la posición de CC OO de autoexcluirse no ha constituido ninguna sorpresa parla la CEOE. «Teníamos la previsión», añadió, «de que CC OO no aceptaría en su estrategia suscribir compromisos tan importantes. Así lo ha demostrado en la negociación, donde no ha mostrado el interés suficiente para conseguir el acuerdo. Puede afirmarse que la marginación no ha sido pretendida por nadie, sino que ha estado directamente determinada por ellos mismos.»