El canciller Schmidt llega hoy a Mallorca en viaje de vacaciones
Helmut Schmidt, canciller de Alemania Occidental, inicia hoy su período de vacaciones en Mallorca. Le acompaña su esposa, Hannelore. Su estancia en la capital mallorquina se prolongará hasta el 7 de enero, fecha en que se dirigirá a Madrid, para iniciar una visita oficial a nuestro país. Quien no visitará Mallorca en esta ocasión será el canciller austriaco, Bruno Kreisky.
El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, es esperado a primeras horas de esta tarde en la base militar de Son San Juan, en Palma de Mallorca, adonde llegará en un avión de las fuerzas aéreas germano-occidentales, procedente de Bonn, para iniciar un período de vacaciones en Mallorca. Le acompaña su esposa, Hannelore.El canciller tiene reservadas cinco habitaciones en el hotel Formentor, al norte de la isla, donde ya disfrutó de unos días de descanso en enero de 1975, en compañía de su esposa. En esta ocasión se han extremado las medidas de seguridad en torno al hotel y a la zona de Formentor y Pollensa. El propio canciller ha solicitado la instalación de un télex directo desde el mismo hotel a Bonn.
Las vacaciones del matrimonio Schmidt en Mallorca se prolongarán durante diez días, al final de los cuales el canciller viajará a Madrid para iniciar, el 7 de enero, una vista oficial a España, atendiendo a la invitación que el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, le hizo tras su visita a la República Federal.
Durante su estancia en Mallorca el canciller alemán dedicará la mayor parte del tiempo a descansar y a realizar algunas excursiones en automóvil por la isla, como ya hiciera hace cuatro años.
Helmut Schmidt está considerado como más político que ideólogo, algo así como un manager de la política (en contraste con su antecesor, Willy Brandt, soñador y creativo, «demasiado bueno para ser un político»). Si las circunstancias de su vida hubieran sido otras, Schmidt hubiera podido estar buenamente en el partido democristiano. Es hijo de un profesor de enseñanza secundaria, luterano por su familia. Está casado y tiene una hija de treinta años. Es gran aficionado a la pintura; sus favoritos son, además de Goya, Chagall y Nolde.
Le gusta tocar el órgano (Bach) y el único deporte que ocasionalmente practica es el ping-pong o el ajedrez, en plan sedentario.
La dirección del hotel donde se hospedará el canciller en Mallorca, al saber que al matrimonio Schmidt le gusta el ajedrez, tiene en previsión varios tableros para que puedan jugar.
Helmut Schmidt goza de buena salud a su edad, salvando una afección de tiroides que periódicamente le obliga a un tratamiento. Fuma cigarrillos mentolados y bebe mucha coca-cola. Es menudo de aspecto y más bajo de lo que parece en las fotografías.
Se ha confirmado que el canciller asistirá a la fiesta que con motivo del fin de año se celebrará en el hotel Formentor en lamedianoche del próximo día 31.
No se descarta una posible entrevista informal, durante la estancia del canciller germano en Mallorca, de éste con el presidente Suárez. Posiblemente, este fin de semana, una vez finalizado el Consejo de Ministros en la Moncloa.
Quien no viajará a su residencia mallorquina en esta ocasión será el canciller de Austria, Bruno Kreisky, según ha informado el cónsul austriaco en la capital de la isla.
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