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Los educadores de preescolar, dispuestos a acabar con el concepto de "guarderías"

La sustitución del nombre de guarderías por el de escuelas infantiles, respetando, las particulares denominaciones de las distintas nacionalidades que responden a este mismo criterio, es la más importante de las conclusiones adoptadas en las primeras jornadas de estudio sobre Educación preescolar en guarderías, celebradas recientemente en Granada, con la asistencia de más de setecientos congresistas.

La reunión estuvo, organizada por el Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP), la Coordinadora de Guarderías, de Granada, y el Ayuntamiento de esta ciudad, y su objetivo era el de estudiar algunos de los aspectos que más directamente inciden en la atención educativa que reciben los niños en edad preescolardesde que nacen hasta que cumplen los siete años, período considerado como «el más importante para la formación du la personalidad y de las estructuras mentales».Durante las jornadas se leyeron y discutieron tres ponencias diferentes, sobre los temas Concepto de guardería como centro educativo, Intervención municipal en materia de guarderías y coordinación con la Administración del Estado y de las nacionalidades y Formación del personal idóneo para centros infantiles.

En la elaboración de estos trabajos, que fueron presentados de manera colectiva, han participado las coordinadoras de guarderías de Barcelona, Granada y Madrid, el movimiento pedagógico Rosa Sensat, el Patronato Municipal de Guarderías de Barcelona; el Equipo Municipal de Guarderias de Bolonia (Italia); la vocalía de educación del Ayuntamiento de Getafe; Acción Educativa, y el colectivo Arlequín, de Granada.

Aparte del cambio de nomenclatura, entre las conclusiones aprobadas destacan, asimismo, la exigencia de una revisión, de determinados aspectos de la ley general de Educación y el reconocimiento de que las escuelas infantiles deben ser «centros destinados a la totalidad de la población infantil, sin hacer ningún tipo de discriminación».

Al tener carácter general, además, la aplicación de esta etapa educativa «no debe limitarse al medio urbano, sino también al rural, respetando sus características específicas en cuanto al sistema de convivencia, cultura, etcétera».

Los aspectos fundamentales del programa de objetivos para la etapa de preescolar se centran, según los participantes en la reunión de Granada, en la educación corporal (sensorial, psiconiotriz) y la educación de la expresión, inteligencia, afectividad y socialización. Para ello, deberá utilizarse una metodología adaptada a las peculiaridades psicológicas y sociológicas de los niños, evitando los métodos represivos y favoreciendo la creatividad y el proceso de autonomia del niño.

Durante las jornadas se planteó también la exigencia de que la Administración Central y las administraciones autonómicas asuman su responsabilidad en esta etapa educativa, «obligación del Estado, como cualquier otra»,y se ha considerado que la intervención municipal puede ser, en, la actualidad, un paso muy importante y prácticamente decisivo en tal sentido.

Sobre la situación laboral y profesional de los trabajadores de escuelas infantiles, los congresistas acordaron que este profesorado debe tener una formación a nivel universitario, como especialización dentro de las escuelas de magisterio. En el caso de establecerse una titulación específica a nivel universitario, todos los trabajadores de escuelas infantiles con años de experiencia tendrán, sin embargo, acceso directo a la misma, mediante la realización de un curso puente.

Se propone, finalmente, el trabajo en equipo com o método ideal, con equitativo reparto de responsabilidades, sinjerarquización, con igualdad de niveles y pluralidad de ideologías.

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