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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Enseñanza

En su editorial del miércoles 19 de diciembre, titulado « La izquierda y el Estatuto de Centros Docentes», se exponen muy acertadamente una serie de ideas sobre la libertad de enseñanza y la coexistencia de la escuela pública y privada, que espero sirvan para esclarecer que la escuela única sólo florece en los países totalitarios, y que la libertad y el pluralismo son consustanciales con la libertad de enseñanza, y la posibilidad de escuelas libres, laicas o religiosas de cualquier confesión.Es evidente que sólo con un sistema como el que se está proponiendo en los proyectos del Gobierno, el Estatuto de Centros y la ley de Financiación, ambos en las Cortes, que es su lugar de discusión, y posible mejora, y no la calle, se garantiza el derecho de crear orientar y mantener escuelas como lo fue la Institución Libre de Enseñanza, o esos otros colegios laicos que hoy abren sus puertas sin afanes elitistas ni lucrativos, y merecen la confianza de muchos padres españoles.

Esos proyectos de leves, que me temo que el editorialista no ha leído con atención, parten de una igualdad básica entre todas las escuelas privadas. sin tener en cuenta su carácter, y no son ni de «inspiración regresiva» ni «largamente discriminatorios a favor de los centros eclesiásticos».

Lo primero puede ser una opinión equivocada, pero respetable, pero lo segundo sólo puede decirse en el mejor de los supuestos, por ignorancia grave, ya que no hay, la menor diferencia para los centros laicos o eclesiásticos.

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Esos proyectos legales recogen la idea del bono escolar como sistema objetivo a experimentar y aplicar progresivamente, excluyen la ayuda financiera del Estado a los centros con ánimo de lucro, regulan amplia y democráticamente la vida de las escuelas, públicas o privadas, con una gran participación de los padres, alumnos y profesores, aunque desde luego sin llegar a la autogestión, que puede ser defendida desde los partidos de izquierda, pero que no es, lógicamente, la postura del Gobierno que presenta las leyes y en resumen coinciden bastante con la inspiración e ideas que se defienden en el editorial.

Naturalmente, una ley es siempre discutible, y ha de gustar a unos más que a otros, pero puedo asegurarle que si esos proyectos se convierten en ley se producirá el pluralismo educativo deseable, y se garantiza el ejercicio de todos los derechos que a los ciudadanos se reconocen, en materia educativa, por todos los convenios y declaraciones internacionales que defienden los derechos humanos de la forma más amplia.

Diputada de UCD por Albacete.Miembro de la Comisión de Educación.

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