El conserje asesinado en Vitoria pudo ser confundido con otra persona
Veinticuatro horas después del atentado que costó la vida a Juan Cruz Montoya, de 59 años, que desde hace catorce años residía en Vitoria y trabajaba como portero del colegio de Santa María, continuaba sin existir reivindicación alguna de los autores del asesinato. Todas las versiones coinciden en identificar a la víctima como una persona sencilla y afable que en ningún caso dio muestras de una determinada inclinación política.
La presunción más común es que los autores del atentado se equivocaron de persona, al conocerse el dato de que otro empleado del colegio, que antes perteneció al Cuerpo de la Guardia Civil, había abandonado el centro una hora antes que el fallecido.El colegio de los Marianistas cesó ayer en su actividad académica y el profesorado del mismo ha pedido a sus compañeros de otros centros docentes que efectúen hoy una hora de paro para concentrarse ante la catedral nueva de Vitoria, con motivo de los funerales por el bedel fallecido. Los partidos políticos, en general, han condenado este asesinato, entre ellos la Junta Municipal del PNV, que hace un llamamiento al cese de toda violencia y a que «todos los grupos que emplean la violencia como medio de consecución de sus objetivos utilicen los cauces políticos».
El Seat 1430 utilizado por los autores del hecho, que fue sustraído a punta de pistola a su propietario sobre las 7.30 horas de la tarde del martes, una hora antes de que se produjera la acción, apareció abandonado en el barrio de Zaramaga. El propietario del coche fue conducido hasta el puerto de Vitoria.
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