La UCD vasca considera el Estatuto "un fin en sí mismo"

No hubo sorpresas en el primer congreso de UCD del País Vasco, clausurado en la madrugada del domingo en Bilbao, con la esperada elección de Jesús María Viana y Jaime Mayor Oreja como presidente y secretario general, respectivamente.La única ponencia presentada fue aprobada sin apenas modificaciones. En ella se define ideológicamente a la UCD del País Vasco como un partido «inequívocamente vasco y español», que «proclama los valores humanistas de la ética cristiana y hace suyas las tradiciones políticas liberal y fuerista». Respecto a la autonomía, la UCD vasca considera que el Estatuto es «un fin en sí mismo», y no una «entrega a cuenta o un trampolín para alcanzar otros quiméricos objetivos».

Alusión genérica al tema de Navarra

El tema de Navarra fue planteado de manera genérica, limitándose el congreso a reafirmar el principio de que «la entrada en el ente autonómico y sus condiciones sólo podrá decidirse por la libre voluntad de los navarros», sin que nadie tenga derecho a «interferir esta libre decisión». Aclarando el sentido de este planteamiento, el señor Viana, en rueda de prensa celebrada ayer en Bilbao, dio a entender -evitando, sin embargo, un pronunciamiento directo- que no está de acuerdo con los planteamientos de algunos centristas navarros que consideran necesario un segundo referéndum para hacer firme la plena incorporación de Navarra a la comunidad autónoma vasca. «El problema», dijo Viana, «está en el cómo de la integración, y ese cómo habrá tenido necesariamente que plantearse en el referéndum sobre la integración, por lo que no tiene sentido. pensar que en un mes vaya a variar la posición del electorado».A propósito del papel de su partido en las instituciones autónomas, Viana aseguró que la UCD vasca «ha defendido como el que más el traspaso de competencias al CGV», para lo que en ocasiones ha tenido que enfrentarse «a la incomprensión de una Administración con mentalidad centralista». Denunció, sin, embargo, la «demagogia de algunos partidos, que reclaman competencias inmediatas en materias para las que no existe ni un mínimo de infraestructura».