Centenares de muertos y heridos en Colombia a consecuencia de un terremoto
El violento terremoto registrado ayer en Colombia puede haber dejado un saldo de quinientos muertos, millares de heridos y centenares de desaparecidos. El seísmo se produjo a las tres de la madrugada, hora de Colombia, y duró tres minutos. Su intensidad fue de 7,7 grados en la escala de Richter.
El epicentro se registró en el océano Pacífico, 320 kilómetros al norte de Quito y 640 al oeste de Bogotá. Olas superiores a los quince metros de altura destruyeron poblados pesqueros e hicieron naufragar numerosas embarcaciones.Los datos iniciales sobre el número de víctimas son muy confusos. Hay más de treinta localidades afectadas por el seísmo, pero, en general, se trata de lugares remotos, de difícil comunicación y escasamente poblados. Parece que las pequeñas islas colombianas en la costa suroccidental del Pacífico, cuyo censo no se conoce con exactitud, han sido las más afectadas.
Este es el segundo terremoto que padece Colombia en los últimos veinte días. El día 23 de noviembre otro terremoto causó sesenta muertos y más de 30.000 millones de pesetas en pérdidas. En los departamentos de Narino y Cauca, en el sur del país, se derrumbaron centenares de edificios. Poblaciones costeras como El Charco y el puerto de Tumaco resultaron totalmente destruidas.
Según radioaficionados captados en Bogotá, pueblecitos como Timbiqui, Aguas Claras o Chacón han sido borrados del mapa. La fuerza aérea colombiana ha montado un puente de socorros inmediatos, fundamentalmente con helicópteros, para trasladar medicamentos, médicos y enfermeros.
El movimiento telúrico fue captado en Japón, en Suecia y en el instituto sismológico de Hawai. En la capital colombiana centenares de personas abandonaron sus casas en ropa de dormir. Los efectos del seísmo, que, según el Instituto Geofísico de los Andes, es el más grave que ha sufrido Colombia desde 1906, se dejaron sentir también en Venezuela, Panamá y Ecuador.
En Acapulco (México), el ejército y la marina han sido puestos en estado de alerta para combatir los posibles efectos del maremoto producido por el seísmo. La famosa población turística azteca y Honolulú temen fuertes marejadas. Barcos que navegan cerca de la zona informan constantemente.
Se teme por la vida de centenares de pescadores de bajura que regresaban a puerto a la hora en que se produjo el seísmo y cuyas pequeñas, embarcaciones debieron ser sumergidas por las gigantescas olas. Las provincias de Cauca y Narino han sufrido las peores consecuencias.
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