El Pacto de Varsovia, conciliador ante la instalación de misiles por la OTAN

Los países del área socialista integrados en el Pacto de Varsovia han aceptado ahora que la decisión de la OTAN para modernizar las armas nucleares de alcance intermedio y su instalación en cinco países europeos es irreversible. En un largo comunicado, suave y moderado, firmado en Berlín Este por los ministros de Asuntos Exteriores del Pacto, después de la reunión mantenida en los últimos días, se hace un llamamiento conciliador a los miembros de la Alianza Atlántica «para no adoptar medidas que pudieran dificultar la situación en el continente». En resumen, nada nuevo.Se esperaba una mayor rotundidad en el tema de los cohetes norteamericanos. No ha sido así y en esta ocasión no es probable que la bola negra para un rechazo firme haya salido de la manga del habitual descontento, el rumano Ceaucescu, sino más bien parecen haber llegado a un fácil consenso y a comprender que en la reunión de la próxima semana en Bruselas se dará el visto bueno a la construcción y estacionamiento en Europa. de nuevas armas nucleares.

Esta sorprendente suavidad de los ministros del Pacto de Varsovia significa que ha habido un cambio de táctica. Saben también que si bien la decisión de las nuevas armas se tomará dentro de tina semana, su construcción e instalación no es cuestión de meses, sino de años. Mientras tanto, pueden ocurrir muchas cosas y son posibles conversaciones sobre la distensión en Europa.

A pesar de las frases, ante la próxima reunión de la OTAN, «aceptar los acuerdos previstos significará la ruptura del equilibrio que destruirá las bases de negociaciones para la reducción de cohetes nucleares» y «la llamada a la urgencia», para frenar «la carrera armamentista y pasar a los hechos concretos sobre el desarme nuclear». gran parte del comunicado sobre lo traído en la capital de la República Democrática Alemana se dirige a los preparativos de la conferencia de Madrid y su utilización para llegar a unos acuerdos que ahora parecen imposibles.

Los países del Pacto de Varsovia anuncian que desean que la conferencia se celebre al más alto nivel y debe contribuir «al logro de acuerdos reales en los aspectos militares de la seguridad europea». Curándose en salud, los ministros han subrayado en Berlín la necesidad de intensificar las consultas «bilaterales y multilaterales con todos los países que asistirán a la conferencia». «Sería conveniente», señalan sibilinamente, «que en el curso de estas consultas, antes de iniciar el encuentro, hubiese entendimiento mutuo acerca de las cuestiones concretas que van a examinarse.» Quieren decir que van a negociar a fondo el tercer cesto, el de los derechos humanos, al que tanto se teme en estas latitudes.