Aprobado el proyecto de ordenanza de venta ambulante, con el voto en contra de UCD
El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer, por 34 votos a favor (PSOE-PCE) y veintitrés en contra (UCD), el proyecto de ordenanza reguladora de la venta ambulante en la ciudad. El texto, que ahora entra en período de información pública, deberá ser aprobado nuevamente por el pleno municipal. La ordenanza viene a llenar un vacío legislativo, aunque, con toda probabilidad, será muy discutida, ya que afecta a los intereses de los 60.000 pequeños y medianos comerciantes, por un lado, y a los varios miles de personas que se dedican a dicha venta, por otro.La primera contestación se produjo a los pocos segundos de ser aprobado el proyecto, por parte de un sector del público presente en el pleno, que fue desalojado por el alcalde, ante los gritos y los insultos que dirigieron al equipo de gobierno del Ayuntamiento. Tierno amenazó con hacer detener a quienes protestaban, cosa que no llegó a ocurrir.
Sorpresa relativa fue la postura negativa de UCD, grupo que, además de haber participado activamente en la confección del proyecto, se había mostrado favorable al mismo en las sesiones de las comisiones informativas. No obstante, en una amplia explicación de voto el concejal Verdasco, tras apelar al decoro, la categoría y la dignidad de la ciudad y, sobre todo, al respeto a los ciudadanos, explicó que la venta ambulante debe responder a criterios más restringidos y rigurosos. UCD no tuvo reparo público en alinearse con las asociaciones y entidades (más de cuarenta) que habían expresado su rechazo al texto, según afirmó el concejal, quien añadió que podrán derivarse igualmente problemas de orden público, salubridad y ocupación abusiva de la calle.
El proyecto (publicado en EL PAIS del 1,4 de noviembre) permite a las juntas de distrito la aprobación de mercadillos y puestos aislados, en los primeros de los cuales se podrán vender numerosos productos alimenticios. Los mercadillos podrán instalarse dos días por semana y los puestos situados, tres. Igualmente, de forma excepcional, se puede autorizar la venta de productos alimenticios en la vía pública o espacios abiertos.
Del resto de puntos del orden del día destaca la modificación de seis ordenanzas municipales, que supondrán, en conjunto, algo más de cien millones de pesetas de beneficio para el Ayuntamiento en 1980 y la supresión de diez ordenanzas, que sólo producirían en un año 6,5 millones. UCD se mostró (le acuerdo con estas medidas, aunque el concejal Alvarez del Manzano recordó que se estaba acentuando la presión fiscal, cosa que no era buena, a su juicio, para los ciudadanos madrileños.
Fuera del orden del día, en el turno de ruegos y preguntas, los grupos socialista y comunista pidieron cuenta de las gestiones realizadas para el pago de 5.500 pesetas a los trabajadores de las categorías inferiores, a pesar de una resolución de Administración local que revocaba un acuerdo plenario del Ayuntamiento. Para este pago se habilitará, no obstante, una fórmula que se ajuste a la ley. Se produjo también un violento ataque del concejal ucedista Palacios contra la Delegación de kelaciones Sociales (incluida la sección de prensa), y la concejala comunista Cristina Almeida expresó su preocupación por los dos juicios recientes contra abortistas celebrados en Madrid, a la que se sumó en pleno el grupo socialista. Los concejales se felicitaron por la aprobación delaval del Estado para, los créditos municipales, y Moral (PSOE) expresó que el proyecto de cambio de nombres de calles no tenía en absoluto ningún contenido político.
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