El aborto, definitivamente autorizado en Francia

A pesar del voto negativo del 75% de los diputados de la mayoría gobernante, la ley que autoriza el aborto en Francia fue aprobada ayer, con carácter definitivo, por la Asamblea Nacional. Los socialistas y comunistas de la oposición aseguraron el escrutinio positivo de una ley que, en lo esencial, es igual a la que, en 1974, fue defendida por la señora Simone Vell, y ha sido aplicada desde entonces a título experimental.Por una vez, aunque sólo durante algunos instantes, el presidente de la República francesa, Valèry Giscard d'Estaing, realizó su sueño dorado: el diálogo constructivo con la oposición y, más «cariñosamente», con el Partido Socialista, a quien desearía «robarle» los votantes necesarios para formar una mayoría específicamente giscardiana que le desembarazara de los «ultras» gaullistas

En la madrugada de ayer, fueron los diputados comunistas y socialistas, todos a una, los que sacaron adelante, en el hemiciclo galo, la muestra más arriesgada de lo que ha sido en la práctica el liberalismo del señor Giscard d'Estaing: la despenalización del aborto que, definitivamente, cuenta con una ley que lo autoriza durante las diez primeras semanas del embarazo.

Los diputados del presidente de la República aún se manifestaron más hostiles a la referida ley que en 1974, cuando fue aprobada por cinco años. Ahora el mismo texto fue sometido por el Gobierno a la asamblea para que lo adoptara definitivamente. De los 154 diputados gaullistas, sólo lo votaron veinticuatro y, de los 121 del partido del presidente, Unión de la Democracia Francesa (UDF), sólo 45 depositaron un voto positivo. Todos los demás., durante los tres días de debate, incluso intentaron convencer al Gobierno de que, por segunda vez, se sometiera la ley a una nueva prueba experimental de otros cinco años. Pero el Gabinete Barte mantuvo la apuesta que, como en 1974, le ganó la oposición.