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El Papa y Demetrio I se comprometen a trabajar por la unión entre católicos y ortodoxos

Juan Arias

Juan Pablo II regresó ayer a Roma tras su visita a Turquía, que comisión mixta católica-ortodoxa, con el fin de proseguir los trabatriarca Demetrio I, en el que se declara la constitución de una comisión mixta católica-ortodoxa con el fin de proseguir los trabajos teológicos en busca de la unión de ambas iglesias.

Ayer, en Estambul, en la iglesia de San Jorge, del patriarcado ecuménico ortodoxo griego, sede del apóstol Andrés, hermano de Pedro, y el primero llamado por Cristo para formar parte de su grupo, el papa Juan Pablo II ha asistido a la celebración de la eucaristía del patriarca Demetrió I. Es la primera vez en la historia. del cisma entre Oriente y Occidente que un Papa de Roma asiste a la misa de un ortodoxo.No ha sido el paso final y decisivo de la reconciliación, porque Demetrio I y Juan Pablo Wrio han concelebrado aún ni el Papá recibió la comunión. Pero ha sido igualmente un hecho histórico. Como ha sido histórica la firma de un comunicado conjunto que empieza así: «Nosotros, el papa Juan Pablo II y el patriarca ecuménico Demetrio, damos gracias a Dios, que nos ha concedido que nos en contremos para celebrar juntos la fiesta del apóstol Andrés.» En este documento - el Papa y el patriarca se comprometen « a hacer todo lo que sea necesario para llegar a la plena comunión y a la celebración con junta de la Eucaristía». Ha sido un pacto solemne, y para demostrar que no se trata sólo de buenos deseos, han anunciado, también conjuntamente, que acaba de crearse una comisión teológica mixta de católicos y ortodoxos para solucionar lo que aún queda de, ruptura y de incomprensión entre ambas Iglesias.

Según el comunicado, este diálogo teológico «oficial» servirá también para la unidad y reconciliación con todas las otras iglesias cristianas aún separadas.

El Papa, en su discurso, que empezó en griego y continuó en francés, afirmó: «Creo que la cuestión no es ya si podemos restablecer la plena comunión, sino más bien si tenemos aún el derecho de continuar desunidos. » Pero tratando el espinoso punto de la infalibilidad personal del Papa y del primado de Pedro sobre los demás apóstoles, que es el punto central de la pugna entre católicos y las otras iglesias crisfianas separadas,incluida la ortodoxa, separada de Roma desde el 1054, Juan Pablo Il volvió a defender el primado del Papa sobre las demás iglesias, aunque con palabras más modernas. Dijo que Pedro es el «corifeo» de los apóstoles, la «roca sobre la que se apoya la Iglesia», el eticargado de « asegurar la armonía de la predicación y la sinfonía de todas las Iglesias en la fidelidad a la fe transmitida de una vez para siempre», y también el que debe «confirmar a los apóstoles en la fe».

Desde luego es aún mucho más de lo que los ortodoxos han pedido siempre, que el Papa sea sólo «el primero entre los iguales».

La ceremonia se celebró en la iglesia del patriarcado, una especie de San Pedro en miniatura, de tipo bizantino, dentro del Vaticano microscópico de esta «Roma oriental», donde vive con mucha pobreza y sencillez el patriarca, con una curia de veinticinco sacerdotes y diez seglares. Pero también con una jurisdicción sobre 8.000 files, mientras el Papa la tiene sobre ochocientos millones.

Dijo también Demetrio I que los cristianos no se unen «contra nadie», pero fue Miás bien catastrófico y Alusivo cuando dijo que estamos asistiendo a una vuelta al «fanatismo de las guerras de religión, de autodestrucción de los hombres y de la fe, y que todo esto se hace en nombre de Dios».

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