La Santa Sede recuerda la obligatoriedad del hábito
Las disposiciones de la Iglesia, acerca del hábito de las religiosas, «no han sido modificadas», afirma el prefecto de la Sagrada Congregación de Religiosos, cardenal Eduardo Pirionio, en una carta que publica el boletín de religiosas españolas Claune.«Sigue siendo válido, por tanto», afirma la carta, «lo establecido por el Derecho canónico (canon 596), por el documento conciliar Perfectae Caritatis (número 22), por la exhortación apostólica Evangelica Testificatio (número 22).»
Estos documentos disponen que todos los religiosos deben llevar el hábito propio de su religión, así dentro como fuera de casa, a menos que los excuse una causa grave, a juicio del superior mayor o, si la necesidad es urgente, del superior local.
La carta añade: «Sabemos que hay otros modos de significar la consagración, pero la Iglesia ha querido subrayar particularmente este y, por otra parte, la sensibilidad del pueblo -sobre todo el más sencillo- se guía principalmente por él. »
«Cada obispo en su diócesis», recuerda la carta, «tiene obligación de exigir a las religiosas que trabajen en ella con fidelidad a las normas de la Santa Sede y a las condiciones particulares de la región, cuya apreciación le está reservada y no puede dejarse a la libre interpretación de cualquier religiosa ni aun de cualquier instituto. »
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