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El Estatuto de los Trabajadores ahonda las diferencias de la izquierda

Las relaciones entre los partidos Socialista y Comunista atraviesan uno de los peores momentos desde las últimas elecciones, debido al enfrentamiento mutuo en los debates del Estatuto de los Trabajadores. Marcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras y diputado del PCE, se abstuvo ayer de votar los artículos que quedaban por discutir del citado Estatuto, decisión que fue duramente atacada por los máximos dirigentes del PSOE. Mientras tanto, centristas y socialistas acordaron la retirada de los artículos delicados al cierre patronal y conflictos colectivos, a cambio de garantías -se cree que por escrito- respecto a la actitud futura del PSOE.

Este acuerdo por escrito fue desmentido, sin embargo, por el ministro de Trabajo y por el diputado socialista Manuel Chaves. El Gobierno tuvo conocimiento del compromiso durante la reunión del Consejo de Ministros. En el mismo se aceptan varias de las enmiendas de UGT al Estatuto, a cambio de que los socialistas garanticen la paz social.Unas palabras de Marcelino Camacho sobre el rechazo que este «aborto de estatuto» merece a los trabajadores, fueron contestadas por Alfonso Guerra con la aseveración de que Camacho ni siquiera se ha leído los títulos del Estatuto. Por su parte, Felipe González declaró a EL PAÍS que con esas afirmaciones «se hace demagogia y se engaña a la clase obrera; no se hacen argumentaciones al contenido del Estatuto, sino declaraciones de principios; y hay que decir que la defensa de la libertad sindical es más cara a los socialistas que a los comunistas».

«Personalmente estoy cansado de los ataques demagógicos y sin fundamento que se nos dirigen a propósito del Estatuto de los Trabajadores», agregó. «El que los comunistas presentaron era todavía peor que éste, y los socialistas la mentamos que ellos sientan tanta añoranza del verticalismo. Ha llegado la hora de decir, con toda claridad, que es falsa y contradictoria una actuación a la que todo parece óptimo cuando negocia acuerdos de la Moncloa, y en cambio considera que la izquierda no está representada cuando ellos no se sienten llamados a cualquier otra negociación. » El secretario general del PSOE, que ha solicitado un debate por RTVE con Santiago Carrillo, indicó que sus declaraciones eran la primera parte de lo que tiene que decir.

Mientras tanto, centristas y socialistas pueden converger hacia soluciones, tal vez no muy distantes, en el referéndum del Estatuto gallego. El voto negativo emitido por el PSOE en la Comisión Constitucional, junto con el resto de la izquierda, no será mantenido en la campaña del referéndum. La actitud socialista no está aún fijada, porque el propio PSOE parece aún indeciso. Felipe González acusa a UCD de haber cometido «errores de bulto», pero cree que el Estatuto gallego permite llegar a los mismos techos de competencia que los estatutos vasco y catalán. «Yo haría una recomendación: que se lea el Estatuto. Este es el punto de partida para emitir una respuesta rigurosa. »

Páginas 9 y 12

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