El presidente Suárez está dispuesto a hacerse cargo de la dirección de la política económica
El presidente Suárez considera desde hace unos meses la posibilidad de hacerse cargo de la dirección formal de la política económica, situar este tema en primer lugar de sus preocupaciones y apoyar personalmente de forma pública y meridiana la política económica que hasta ahora ha dejado en manos de su más estrecho colaborador en el Gobierno: Fernando Abril. El interés del presidente por este tema se despertó este verano y se ha agudizado en las últimas semanas, una vez que ha sido informado con precisión y amplitud sobre la magnitud de las dificultades que se avecinan, jalonadas por una fuerte recesión mundial y una nueva crisis del petróleo que publicación tan prestigiosa como Bussines Week llama ya el «petro-crash de 1980».
El presidente, hasta ahora, ha, mostrado gran desinterés por la situación económica y ha tratado de delegar su responsabilidad, primero en Alfonso Osorio, luego en Enrique Fuentes y más adelante en su íntimo colaborador Fernando Abril. El desconocimiento de la temática y terminología económicas y cierta alergia visceral a esta materia parecen haber sido las causas básicas del desinterés del presidente por la política económica. A esto hay que añadir la conciencia del desgaste político a corto plazo que supone tratar de aplicar la política económica que necesitaría una etapa de crisis.
El equipo de la Moncloa
A lo largo de este año se ha constituido. en torno al presidente un equipo asesor y de apoyo que no ha dejado de lado la política económica. En torno a Alberto Aza, director del Gabinete del presidente, único alto cargo que tiene despacho al lado del presidente en el palacio de la Moncloa., se ha nucleado un equipo de asesores en diveros ámbitos, formado por diplomáticos y técnicos conierciales. Desde ese núcleo se está realizando una labor de acopio de información y documentación. de los ministerios. En algunos casos se ha cubierto una misión de coordinación entre las dispersas competencias de los departamentos y cuerpos del Estado y, sobre todo, se elabora y procesa una parte sustancial de la información que el presidente recibe sobre los problemas, soluciones y alternativas económicas.,
El grupo de la Moncloa que se ha ido constituyendo a lo largo de los últimos doce meses en torno a Alberto Aza está formado por José Coderch, secretario general desde hace un año, que se ocupa Inásicamente de los temas del partido y de los asuntos de protocolo; Eugenio Bregolat, director general de Estudios desde el mismo tiempo, que el anterior, que se ocupa de los asuntos de política exterior y de documentación del presidente, y Alberto Recarte, incorporado en diciembre como director general de Organización, que se ocupa específicamente de todos los temas económicos y prepara informe diarios al presidente sobre los te mas económicos de mayor actualidad e interés. A estas personas hay que añadir, como componentes del círculo de la Moncloa, a Josep Meliá, secretario de Estado para la Información desde mayo, y Aurelio Delgado, cuñado del presidente y secretario particular.
De todos ellos, Aza es el único que tiene despacho en el palacio de la Moncloa, al lado del presidente y junto a los ayudantes de campo de jefe del ejecutivo, que son tres comandantes de los tres Ejércitos Los demás componentes del círculo tienen despacho en los edificio próximos al palacio, aunque se reúnen diariamente con Suárez.
Los expertos
Además de este núcleo, que cada vezjuega un papel más importante en la Moncloa, y cuyos integrantes mantienen diariamente reuniones informales con el presidente Suárez, ha reforzado en los temas económicos los contactos con personas cualificadas para mejorar su información y formación.
Concretamente, el profesor Fuentes mantiene su status de asesor y remite habitualmente documentos y análisis para el presidente y su equipo. En algún momento ha participado en las reuniones del equipo de la Moncloa y ha sido consultado sobre temas globales de opción de la política económica.
Además, el presidente Suárez ha mantenido contactos repetidos con algunos otros profesionales cualificados de la vida económica. En primer término hay que situar a Angel Rojo, catedrático de Teoría Económica y director general de Estudios del Banco de España. El señor Rojo ha visitado al presidente, a petición de éste, en tres o cuatro ocasiones en los dos últimos meses. Algunos sectores conocedores de estas visitas han señalado que se trata de que el profesor Rojo, reputado como el mejor economista del país, de unas clases al presidente para que éste adquiera un barniz suficiente para poder hablar con soltura de estos temas. Otros sectores mejor informados señalan que las visitas del profesor Rojo y de otras personas son contactos del presidente de carácter normal que recaba asesoría de los expertos que se consideran más cualificados.
En las dos últimas semanas se han producido los primeros escarceos serios del presidente Suárez en materias económicas. Concretamente, en la conferencia de prensa que mantuvo con un grupo de periodistas el pasado 31 de octubre, el presidente se aventuró en el terreno económico y formuló una serie de previsiones y análisis sobre la magnitud de la crisis mundial, el problema energético y las posibilidades de crecimiento de nuestra economía. En su intervención hubo alguna imprecisión, resultado de las prisas con que se realizó la síntesis de los distintos documentos o propuestas hechos por los asesores que fueron consultados.
La segunda intervención, con matices económicos, hecha por el presidente fue ante el comité ejecutivo de Madrid, al que también habló de este tema al mismo nivel que de los aspectos ideológicos y programáticos del partido.
Los resultados de estos dos escarceos parece que han sido satisfactorios y todo parece indicar que en los últimos días de diciembre, una vez que se sepa el resultado de la conferencia de Caracas y se puedan formular planteamientos y previsiones de política económica para 1980, el presidente aparecerá en televisión y comparecerá públicamente para dar apoyo político personal a su equipo económico.
Esta operación, delicada en opinión del círculo próximo al prisidente, se pretende plantear con ciertas garantías de éxito. De momento esas garantías se centran en que las fuerzas sociales, patronales y sindicatos lleguen a suscribir un acuerdo marco, que se considera básico para que las tensiones del próximo año se moderen. Asimismo se espera que la beligerancia del gasto público, comprimido por diversas razones en 1979, permita una mayor actividad económica.
El presidente consulta con sus asesores y trata de que se pueda formular una política minimamente reactivadora, y que al menos permita contener el paro. El problema de la tasa de crecimiento que el país pueda alcanzar centra su atencion y su preocupacion, a la hora de decidirse a pilotar abiertamente una operación de apoyo a la política económica.
Dentro de este esquema, la entrada del señor Suárez en el frente económico no se interpreta como una pérdida de poder de Fernando Abril. Este sigue pilotando toda la política económica y entrando hasta en sus más últimos detalles, lo cual provoca en muchos momentos problemas serios de coordinación y de rapidez en la toma de decisiones.
En el equipo económico, las disfunciones son frecuentes y el vicepresidente, de una forma más o menos consciente, está constituyendo un grupo informal de personas que de manera sectorial constituyen su equipo asesor y ejecutor. Algunos ministros quedan desplazados en este aspecto y no tienen más campo que el de asistir y participar en las reuniones de la comisión delegada que algunos de sus integrantes llaman ya las teóricas, ya que son muchas veces más de mentalización que una reunión ejecutiva.
La hipótesis de una remodelación del equipo económico, según las fuentes consultadas, no parece inminente, y se pretende, por ahora, aguantar con lo puesto y tratar de hacerlo operativo antes que arriesgar un cambio que no garantiza mejoras sustanciales de la situación.
Escepticismo sobre la voluntad de Suárez
En algunos sectores del Gobierno y del partido en el poder la hipótesis de una mayor dedicación de Suárez a la política económica no tiene credibilidad. Recuerdan estos medios que en dos ocasiones a lo largo de este año, marzo y junio, portavoces de la Moncloa han señalado que el presidente Suárez decidía desde ese momento presidir las comisiones delegadas para Asuntos Económicos, que éstas se celebrarán siempre en la Moncloa y que fueran coordinadas por él. Esta decisión se cumplió una vez, y luego nunca más se supo.
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