Argel reitera sus ataques a la "actitud inamistosa" del Gobierno español

El ministro de Asuntos Exteriores de Liberia, Cecil Denis, se entrevistó ayer en Argel con una delegación del Frente Polisario, encabezada por el primer ministro saharaui Mohamed Lamine, para preparar la próxima reunión, en Monrovia, del comité ad hoc sobre el Sahara occidental. El cuarto aniversario de la firma de los acuerdos tripartitos, firmados en Madrid el 14 de noviembre de 1975, ha dado ocasión a la prensa gubernamental argelina para redoblar sus ataques contra la actitud española.

El señor Denis llegó ayer a Argel y declaró a los informadores que, además de tener previsto un encuentro con el presidente Chadli, justificó la entrevista con los representantes del Polisario por ser éstos «parte esencial entre las implicadas en el conflicto». El frente saharaui ya ha dado su acuerdo para delegar una representación en Monrovia, pero ha pedido a Marruecos que «clarifique» el sentido de la supuesta visita del rey Hassan II a la capital de Liberia.Previsto para el día 27 de este mes, el encuentro de los integrantes del comité ad hoc sobre el Sahara occidental y de las representaciones e Marruecos y el Polisario, podría ser aplazado hasta los primeros días de diciembre, según afirman fuentes diplomáticas en Argel.

Mientras tanto, la prensa oficial argelina no ha dejado pasar la ocasión que le brinda un nuevo aniversario de la firma de los acuerdos tripartitos, para reanudar sus comentarios críticos sobre la «inconsistencia» y la «actitud inamistosa» del Gobierno español, en lo que concierne al conflicto. Estos acuerdos fueron firmados el 14 de noviembre de 1975 entre España, Marruecos y Mauritania, y establecieron el reparto de la colonia española entre los dos últimos estados.

Tras hacer un amplio balance de la «verdadera traición histórica» constituida por la firma de los acuerdos, el diario argelino El Moudjahid afirma que fueron inecesarios tres años para que la España, oficial efectuara sus primeros pasos, en el sentido de corregir los «errores del pasado».

«La nueva actitud de Madrid», recuerda el periódico, «se materializó por el reconocimiento del Polisario, por la UCD... Pero la época de las contradicciones y de los artificios no ha sido liquidada, puesto que durante el voto de la resolución sobre el Sahara, en la comisión política de la Asamblea General de la ONU, Madrid no halló otra vía que la abstención, cuando la ocasión le era propicia para revalorizar su posición difuminada y confirmar su apoyo a los principios de la comunidad internacional.»

Estos ataques se unen a una serie de comentarios oficiosos sobre el «Juego peligroso» que practicaría ahora la diplomacia española.