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Uno de los reclamados fue detenido en el tiroteo de Mondragón

Enrique Zurutuza, actualmente en la prisión de Soria, está acusado de formar parte de los llamados comandos autónomos. Fue uno de los presuntos miembros del comando de ETA que ametralló el cuartel de la Guardia Civil de Arechavaleta (Guipúzcoa) el 15 de noviembre de 1978, siendo posteriormente perseguido por la fuerza pública hasta el pueblo de Mondragón, donde se produjo un tiroteo que ocasionó tres muertos, dos de ellos miembros del comando.El tercero, Enrique Zurutuza, quedó gravemente herido y fue trasladado al Hospital General de Vitoria con un balazo en el pulmón. Semanas después, un presunto comando de ETA trató de asaltar el hospital para liberar a Zurutuza, sin conseguir su propósito, y este último fue trasladado al Hospital Penitenciario de Madrid.

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La pista informativa de Zurutuza se pierde posteriormente y reaparece en un juicio celebrado en Madrid el 18 de mayo de este año, como acusado de haber participado en la voladura, tres meses antes, de los locales de la asociación empresarial Adegui. Según Diario 16, «Enrique Zurutuza reconoció todos los cargos que se le imputaban y declaró ser el autor de la colocación del explosivo y de que, después de tomadas todas las medidas para que no causara daños personales, lo hiciera explosionar».

Ignacio Mentxaca, detenido en Barango (Vizcaya) el 29 de mayo de este año, es considerado miembro de ETA militar. Al dar cuenta de su detención, la Jefatura Superior de Policía de Bilbao afirmó que pertenecía a un comando implicado en el ametrallamiento del cuartel de la Guardia Civil de Lamiaco (Vizcaya), así como en el proyecto de asesinato a «un conocido industrial vasco», cuyo nombre no fue revelado.

Ignacio Aguirre, de Elgóibar, presunto miembro de ETA (p-m), lo mismo que Txomin Irisarri, de Eibar, se encuentran en la prisión de Martutene (San Sebastián). También está en dicha prisión Antonio Etxezarraga, igualmente de ETA político-militar. De estos tres últimos apenas se disponen de datos.

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