Las autoridades soviéticas cortan el teléfono al disidente Sajarov
El máximo exponente de la disidencia soviética, el académico Andrei Sajarov, informó ayer a los corresponsales extranjeros acreditados en Moscú que su teléfono ha sido cortado por las autoridades desde el jueves. Este hecho refleja un endurecimiento de la postura oficial en el tema de la disidencia.
Según ha indicado Sajarov, todo obedece a un plan de los organismos soviéticos correspondientes, con el fin de que no se pudiera tomar contacto con él, y advertirle de los arrestos y registros efectuados en los domicilios de cuatro disidentes moscovitas, dos de los cuales, Gleb Yakunin y Tatiana Velikanova, fueron conducidos a las dependencias del Comité Estatal de Seguridad (KGB).
Según el académico, esta situación planteada en las últimas veinticuatro horas «no es más que una prueba de que en el último año fueron arrestadas cien personas en la Unión Soviética, acusadas de participar en el movimiento disidente. Estos datos deben quedar bien claros en Occidente».
La prensa soviética no ha hecho, como es habitual, ningún comentario ni publicó ayer la noticia sobre el arresto de Yakunin y Velikanova, si bien en las últimas semanas medios de propaganda dirigidos únicamente hacia los países occidentales han criticado duramente la actitud de los disidentes.
