Asalto a una comisaría surafricana en Soweto
Por segunda vez durante este año, un puesto de policía ha sido atacado en pleno centro de Soweto, ghetto africano que cuenta con más de un millón de habitantes y está situado en las proximidades de Johannesburgo. El ataque, que costó la vida a dos policías, se desarrolló durante la noche del jueves al viernes.
Según varios testigos, los asaltantes, presumiblemente pertenecientes al Congreso Nacional Africano (ANC), lanzaron previamente una granada de mano contra otra comisaría de policía de Orlando, para hacer salir a los policías, y, una vez ocurrido esto, abrieron fuego con fusiles automáticos AK-47, de fabricación soviética, y lanzaron granadas contra los edificios policiales antes de huir.
Inmediatamente fueron enviados refuerzos policiales desde Johannesburgo y se inició una gigantesca caza del hombre.
El pasado mes de mayo fue atacado un pequeño puesto de policía por africanos que se presentaron como militantes del ANC, movimiento de liberación prohibido en Africa del Sur. En esta ocasión, una persona resultó muerta y hubo varios heridos; entre ellos, civiles. A raíz de este incidente, un africano fue detenido, pero consiguió huir de la cárcel poco tiempo después.
Tras este segundo asalto efectuado en Soweto, donde en el verano de 1977 hubo sangrientos enfrentamientos con la policía surafricana, que costaron la vida a más de trescientos africanos, el Consejo Nacional de las Iglesias Surafricanas (CIS) advirtió ayer al Gobierno -de minoría blanca- que el asalto perpetrado en Soweto la noche del jueves al viernes revela que «un número incalculable de negros se encuentran cada día más desesperados, a causa de las condiciones inhumanas y opresivas en que las leyes de segregación racial les obligan a vivir».
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