Preocupación soviética por la acogida británica a Hua Guofeng
La cálida acogida que el Gobierno de Londres ha dispensado al primer ministro chino, Hua Guofeng, no ha sorprendido a los dirigentes soviéticos, que han aprovechado la visita del líder de Pekín a Gran Bretaña para señalar, una vez más, el peligro que supone para la paz mundial la venta de tecnología militar británica, concretamente los aviones Harrier, a China.Primero fue la agencia oficial de noticias, Tass, y ayer, en Pravda, uno de los más destacados comentaristas políticos, luri Yukov, quienes han condenado resueltamente la etapa londinense del viaje europeo de Hua Guofeng. En Moscú se había resaltado la semana anterior las visitas a París y Bonn, donde el huésped chino tuvo un trato correcto, si bien no consiguió otra cosa que firmar acuerdos de cooperación culturales y económicos.
Las entrevistas de estos días del ministro chino con la primera ministra británica, Margaret Thatcher, son motivo de preocupación en el Kremlin. En Pravda se destaca ayer el antisovietismo de que siempre hace gala la señora Thatcher, demostrado, una vez más, hace pocos días en Luxemburgo, con ocasión de una reunión consagrada a la memoria de Winston Churchill, y cuyas alusiones sobre la Unión Soviética han dado ocasión a Hua Guofeng para mostrarle, en la primera entrevista mantenida en Londres, su complacencia.
La estancia en Gran Bretaña durante seis días del líder chino se interpreta en la URSS no solamente como un «intercambio de afectos entre ambos países, sino como unas negociaciones serias sobre la venta a Pekín de aviones de despegue vertical tipo Harrier, y sobre este tema es sobre el que no transigen, y así, el comentarista soviético se interroga del uso que hará China de estos aparatos: «Se está todavía a tiempo», termina su artículo Yukov, «de reflexionar seriamente sobre este problema.»
