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Toni Negri, desde la cárcel, rechaza cualquier compromiso con las Brigadas Rojas

Juan Arias

Cuarenta páginas constituye la autodefensa, escrita en la cárcel de Rebibbia, de Roma, por Toni Negri, el catedrático de Padua, líder de Autonomía Obrera, acusado por la magistratura de ser uno de los organizadores de las Brigadas Rojas, y responsable del secuestro y asesinato de Aldo Moro.Toni Negri ha trabajado todo el verano para escribir este importante documento. Lo redactó después de haberse leído todas las actas del proceso. Se trata de una autodefensa escrita con gran rigor científico y abarrotada de citas. Es un reflejo de la altura intelectual del mayor experto italiano en marxismo. El documento de Negri se ha hecho público, paradójicamente, en el mismo momento en que desde Estados Unidos llega la noticia de que el análisis tecnológico de la famosa llamada de teléfono a la familia Moro, anunciando el asesinato inminente del líder democristiano, indica que la voz es de Toni Negri.

El catedrático de Padua, en su memorial, rechaza con firmeza cualquier tipo de connivencia con las Brigadas Rojas, y, por tanto, con el caso Moro: «Las diferencias entre Autonomía y Brigadas Rojas», escribe Negri, «son tan profundas que se puede muy bien hablar de dos culturas y de dos políticas que nunca se encontraron. No poseen puntos de convergencia porque representan dos concepciones irreductibles de concebir el poder. Por eso Autonomía está a mil años luz de las Brigadas Rojas, y con el paso de los años esta diferencia aumenta cada vez mas. »

Toni insiste sobre este asunto porque todo proceso contra él y sus compañeros de Autonomía se basa sobre la hipótesis de la Magistratura, según la cual, el grupo de Poder Obrero, que oficialmente se disolvió en 1973 para pasar en gran parte a la clandestinidad dando origen a las Brigadas Rojas, en realidad siguió unido a Autonomía gracias a una operación de Negri: las Brigadas Rojas serían el brazo armado del movimiento de Autonomía, la cual seguiría en la legalidad ofreciendo de cuando en cuando nuevos elementos a la clandestinidad y organizando el partido armado en todo el país.

Negri rechaza con decisión esta hipótesis: «Yo siempre he dicho y repetido que era necesario crear el vacío en torno a las Brigadas Rojas, y que era necesario crear acciones de masa que fueran una auténtica alternativa al terrorismo. Esta fue siempre mi preocupación. Todo esto lo consideran los magistrados como una "máscara". Es falso. ¿Será una máscara también todo el desarrollo global de mi pensamiento, representado por los diez libros que he escrito sobre este tema? En este caso, mejor que me llevéis al manicomio con buen sentido soviético. »

Responde también a la acusación que le hacen los jueces acerca de la teorización del uso de la violencia como instrumento de lucha política, y a una frase de uno de sus libros, en la que afirma que «el terrorismo es el amanecer de la verdadera revolución», Toni Negri responde: «La violencia social no la ha inventado ninguno de nosotros, es consubstancial a las relaciones sociales capitalistas y está reglamentada, no anulada, por la Constitución y el derecho. Resistir a la violencia económica de la explotación, a la degradación social de las condiciones de vida, a la violencia política de una línea de opresión y restauración, no es simplemente un derecho: es un deber», y añade: «Si la clase política no le entiende, como parece demostrar este proceso "7 de abril"; si no acepta el desafío constitucional propuesto por la materialidad de estos movimientos; si comportándose de este modo traiciona las funciones de equilibrio constitucional, es ella quien traiciona sus deberes, empujando hacia la negación de su legitimidad; es ella quien acelera el ensancharse de la violencia social. »

El catedrático de Padua, con una cierta ironía, afirma que sus acusadores desean demostrar que con el asesinato de Aldo Moro se crea de nuevo la unión entre Brigadas Rojas y Autonomía Obrera, cuando lo que ocurrió es que fue precisamente el caso Moro el punto más álgido de polémica entre Autonomía y Brigadas Rojas.

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