El Gobierno americano, dispuesto a conceder 1.500 millones de dólares en préstamos a Chrysler
El Gobierno norteamericano anunció ayer su intención de conceder 1.500 millones de dólares en préstamos a la Chrysler Corporation, la tercera empresa automovilística del país, para salvarla de la bancarrota y «preservar la estabilidad económica» general, que se vería afectada por la crisis de una industria de este calibre.El préstamo, el mayor de la historia de Estados Unidos, deberá ser aprobado por el Congreso y, aunque se vislumbra ya la oposición de algunos sectores, las perspectivas parecían ayer optimistas respecto a una pronta ratificación.
William Miller, secretario del Tesoro, anunció la decisión gubernamental en una conferencia de prensa y expresó su confianza de que la ayuda federal, junto con un plan de saneamiento y una serie de aportaciones privadas, convertirán a la Chrysler en una empresa con éxito y con beneficios económicos.
El pasado miércoles, Chrysler Corporation hizo públicos los resultados del tercer trimestre, con unas pérdidas de 460 millones de dólares, lo que constituye un récord en la historia de las grandes corporaciones norteamericanas. El déficit anual de la compañía automovilística será superior a los mil millones de dólares.
Aunque el Gobierno había rechazado inicialmente las peticiones de la nueva directiva de Chrysler, por considerarlas excesivas, y se había inclinado por prestar un máximo de 750 millones de dólares, cambió de opinión en el último momento y dobló esa cifra. Al parecer, un equipo de analistas llegó a la conclusión de que, para salir de la gravísima situación en que se encuentra, Chrysler necesita más de los 750 millones ofrecidos en un principio por la Administración Carter.
El secretario del Tesoro dijo ayer que, sin la ayuda federal, la compañía automovilística iría a la bancarrota, con el consiguiente «serio impacto» en numerosas áreas del país y en la industria auxiliar. «La elección era difícil», señaló William Miller, «pero los costos alternativos aparecían como superiores para el país que la cuantía de los préstamos federales. »
El nuevo presidente del consejo de administración y director ejecutivo de la Chrysler, Lee lacocca, recibió con entusiasmo la noticia de la decisión gubernamental, que, dijo, «es una buena noticia para Chrysler y para el pueblo de este país».
Similar opinión expresó en su conferencia de prensa el secretario del Tesoro, cuando dijo que «es importante para nuestro país mantener una industria automovilística fuerte». William Miller indicó también que, si no se aprueba este préstamo en el Congreso, las consecuencias no serán sólo la bancarrota de Chrysler, sino «desempleo sustancial y una crisis que afectará a la estabilidad de nuestra situación económica global».
Los préstamos a Chrysler serán la «piedra angular» sobre la que pueda edificarse un plan a cuatro años para convertir a la corporación gigante en una compañía solvente y saneada, añadió el secretario del Tesoro. Durante ese período, otros 1.500 millones de dólares se inyectarán a la Chrysler, procedentes de bancos, préstamos privados, ayuda de los estados o municipios donde la compañía tiene sus fábricas, sindicatos y accionistas.
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