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ARAGON

La provincia de Teruel paralizada por un apagón de 58 horas

Este fin de semana ha sido en Teruel particularmente aburrido y oscuro; desde el viernes por la noche a la mañana del lunes la ciudad y gran parte de la provincia han estado sin suministro eléctrico a causa de las múltiples averías que los agentes meteorológicos produjeron en los tendidos. Hospitales paralizados, alimentos que se estropeaban, televisores mudos, bares y restaurantes cerrados. Un territorio sin vida durante casi tres días.

El viernes, día muy frío en toda España, sobre la serranía y tierras altas de Teruel cayó un manto de aire helado que, al contacto con la humedad del suelo, dio lugar a un curioso fenómeno: la formación de manguitos de hielo alrededor ele los cables eléctricos y telefónicos de hasta veinte centímetros de espesor, que terminaron dando con los postes en el suelo, en una zona que comprende sesenta kilómetros de longitud y diez de ancho.Así, quedaron sin fluido la comarca de Teruel, el Rincón de Ademuz, la zona de Aliaga, parte del valle del Jiloca y la serranía de Albarracín. La empresa suministradora, Eléctricas Reunidas, informó el sábado que la avería no podría ser reparada hasta el lunes, ya que en las zonas donde se produjeron las averías había caído mucha nieve, lo que dificultaba los trabajos.

En efecto, la tarea de las brigadillas de la compañía no eran fáciles. Eran doscientas personas para reparar muchos tramos de cables, postes, e incluso varias subestaciones quedaron fuera de uso; y todo ello luchando contra la nieve, soportando temperaturas muy bajas y vientos de considerable intensidad.

La Guardia Civil hubo de buscar con un helicóptero a dos trabajadores que se habían extraviado en la nieve, y que fueron encontrados, al cabo de doce horas, refugiados en una paridera cerca de Castel de Cabra. Uno de ellos tenía roto un tobillo.

Pan para todos

Inmediatamente que se supo lo que ocurría, en el Gobierno Civil se reunieron representantes de todo tipo de entidades, públicas y privadas, para estar al tanto de los trastornos producidos por la falta de electricidad, es decir, para constatar cómo se iban paralizando los servicios y la industria.La mayor parte de la provincia quedó sin pan, y tan sólo una panificadora de Teruel pudo aprovechar un poco de energía, con la que se puso a fabricar su producto día y noche, para enviar a los pueblos. El resto de la industria no funcionó, ni salió a la calle el diario Lucha.

La vida quedó prácticamente paralizada. La mayoría de los bares y restaurantes cerraban tras la puesta de sol, y los pocos que se atrevían a quedar abiertos tenían que funcionar a base de velas -que naturalmente se agotaron pronto en los comercios- o improvisadas instalaciones con baterías de automóviles. Incluso faltó agua en algunas zonas que se abastecían por bombeo. Los hospitales -el provincial y la residencia de la Seguridad Social- resistieron gracias a grupos electrógenos de emergencia.

A mediodía del domingo se celebró en el Gobierno Civil una nueva reunión para revisar la situación. El gobernador era optimista: de momento no había problemas de abastecimiento, y todo estaba previsto para el caso de que la situación se prolongase. De todas formas, muchos alimentos se estaban estropeando en las paralizadas cámaras frigoríficas, cuyos propietarios han sido tal vez los más perjudicados.

En todo este panorama catastrófico, la Compañía Telefónica puede considerarse el héroe de la aventura, o al menos fuentes de la compañía informaban ayer en Madrid que las comunicaciones telefónicas han ayudado de forma inestimable a conocer y solucionar rápidamente las averías de TerueI, según Europa Press.

En la capital de la provincia se restableció el suministro a la central telefónica en los primeros momentos, gracias a una línea de emergencia. En el resto de zonas afectadas, las centrales de teléfonos sostuvieron su servicio gracias a que grupos electrógenos auto transportados -venidos de Zaragoza, Huesca y Soria a sumarse a las dotaciones de Teruel- recorrieron sin descanso la provincia, a pesar del viento y la nieve, para recargar las baterías de la red telefónica.

El lunes por la mañana, cuando se restableció el suministro de electricidad, se estaban llevando baterías a las pequeñas centrales manuales, que podrían ver afectadas sus comunicaciones por el largo período sin luz. Un servicio especial prestó la Telefónica al diario Lucha, recibiendo con sus teletipos las noticias de agencia que el periódico necesitaba para sus secciones internacional y nacional.

Finalmente, a las diez y media de la mañana del lunes, se restableció el suministro eléctrico, tras 58 horas de apagón ininterrumpido, que batió marcas no alcanzadas desde hacía varios decenios. Las pérdidas causadas por la avería parecen cuantiosas, aunque aún no han sido evaluadas.

En este punto, la compañía de electricidad parece que va a tener dificultades. La Asociación de Empresarios de Teruel ha convocado una conferencia de prensa en la que, al parecer, va a pedir responsabilidades a la suministradora, mientras el gobernador civil ha ordenado que se realice un informe.

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